Convierten barrios en campo de batalla

Santiago.  Los enfrentamientos a tiros son parte del diario vivir en el barrio Yagüita de El Ejido, donde ayer fue ultimada Matilde Valentina Núñez, durante una  lucha que libraban bandas juveniles.

Santiago.  Los enfrentamientos a tiros son parte del diario vivir en el barrio Yagüita de El Ejido, donde ayer fue ultimada Matilde Valentina Núñez, durante una  lucha que libraban bandas juveniles.En la comunidad ubicada a escasos metros de la dirección Cibao Central de la Policía, son varios los hechos de sangre que han cobrado la vida de inocentes, pero nadie se atreve a denunciarlo por temor a caer a manos de atracadores o grupos que se disputan el control de venta de drogas.

Esta vez le tocó el turno a Núñez, una doméstica de 41 años, madre de cuatro hijos de 24, 22, 21 y 15 años, quien resultó muerta de un disparo en la cabeza ocasionada por presuntos integrantes de bandas que molestos por el robo de una gorra salieron a enfrentar a otro grupo. Con este hecho suman 107 las muertes violentas registradas en Santiago en lo que va del 2014 desde enero a la fecha.

Matilde, quien durante un tiempo laboró en la alcaldía de Santiago, regresaba a su hogar cuando fue impactada por los disparos frente al colmado “Mi gente 7”.
En la casa con la numeración diez, donde residía Matilde Valentina Núñez se observa la imagen de un santo y se puede leer la frase “yo renaceré”. Yasmín Arisleyda de la Cruz Núñez, una de las hijas, solo pedía que sean apresados los responsables de la muerte de su madre.

Yasmín Arisleyda, al igual que los demás residente de la barriada se expresa con temor y asegura que no son frecuentes los casos de tiroteos, a pesar de que han hecho varias denuncias. Para poder penetrar al lugar, hay que atravesar las estrechas calles del barrio, donde la gente vive en condición de hacinamiento, ya que hay viviendas habitadas hasta por tres familias.

Los moradores de la zona, denuncian que los grupos que se disputan los puntos de ventas de drogas tienen en zozobra a la comunidad y que muchos se niegan a salir de sus casas por las noches, ante la posibilidad de ser atracados o víctima de las balas de los que operan bandas juveniles.

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