Digno de admiración

Luego del trauma que nuestra sociedad vivió al ver cómo una abuela, persona supuesta a resguardar a su familia, golpeó inmisericordemente a su nieta de solo tres años, es un bálsamo mirar la labor que hacen algunas personas para brindar alegría y protección a los niños, seres absolutamente vulnerables, y al mismo tiempo, el futuro de la nación. David Ortiz muestra una vez más su sensibilidad, que le hace honor a su sobrenombre de “Big Papi”. Pero la acción del pelotero no se queda solo en dar, sino que también clama porque otros sectores con capacidad para hacerlo, se sumen a una causa tan noble. Celebramos a este pelotero profesional, que suele manejarse correctamente.