La violencia se inició cuando grupos protestantes, que apoyan los vínculos con el Reino Unido, intentaron cerrar el paso a un desfile organizado por los nacionalistas, la comunidad católica que está a favor de la unión de Irlanda del Norte con la República de Irlanda.
Los desfiles organizados en el verano, como el que se realizó el viernes en Belfast, suelen generar enfrentamientos entre ambas comunidades desde que se firmó el acuerdo de paz conocido como Good Friday Agreement (Acuerdo del Viernes Santo), en 1998.
Tras la suscripción del tratado por parte de ambos grupos, la violencia disminuyó, sin embargo, la división entre católicos y protestantes continúa, por lo que cada cierto tiempo se registran disturbios.
Enfrentamientos ocurridos en julio dejaron cuatro policías heridos.