Doctor Narciso Alberti y Bosch

El doctor Narciso Alberti y Bosch fue uno de los más destacados médicos en la Historia de la Medicina en la ciudad de La Vega. Nació en Gerona, España, en noviembre del 1860. A los dos años de edad su familia se trasladó a Santo…

El doctor Narciso Alberti y Bosch fue uno de los más destacados médicos en la Historia de la Medicina en la ciudad de La Vega. Nació en Gerona, España, en noviembre del 1860.

A los dos años de edad su familia se trasladó a Santo Domingo. Por enfermedad de su padre regresaron a España, y de volvieron a Santo Domingo en el 1867. Esos viajes, según relata en su autobiografía el doctor Alberti, duraban cerca de dos meses. Su padre era armador de buques y se trasladó después a Puerto Rico, en donde hizo sus estudios primarios, y luego volvió a Gerona en donde finalizó el bachillerato.

Ingresó en 1876 a la Universidad de Barcelona a estudiar Medicina, pues era su vocación; pero a los dos años dejó la carrera y se dedicó al negocio, primero en Cuba, y luego regresó a Santo Domingo, en donde se inscribió en el Instituto Profesional y se graduó de Farmacia en 1889, y de médico en el 1890.

Al graduarse, fue nombrado en El Seibo como Médico de Sanidad Provincial, cargo que ocupó por 6 años. En 1900 fue nombrado Médico Militar de la Provincia de La Vega, cargo que ocupó por 16 años. En esa ciudad fue médico de la Sociedad “La Humanitaria”, regidor del Ayuntamiento, Fundador del Cuerpo de Bomberos, miembro de la Cruz Roja y particularmente importante su cargo como representante provincial del Juro Médico.

Su labor al frente del Juro Médico fue de las más intensas en todo el país, ya que combatió con gran energía a los falsos médicos y curanderos.

Fue nombrado en el Juro Médico tras la renuncia del doctor Morín de Aragón. Se ocupó de verificar lo que se vendía como “medicamentos” o “botellas” en colmados y pulperías y llevar los tratamientos correctos a la población.

En su reporte al Juro Médico en el 1901 decía que “en cada ventorrillo había un botiquín”, por lo que decidió prohibir a tiendas y almacenes que vendieran medicamentos. Solicitó a los farmacéuticos de la ciudad su documentación y llegó a cerrar dos farmacias.

Al producirse la ocupación militar norteamericana, el doctor Alberti se trasladó a Santiago de los Caballeros en donde fue médico legista de la Cárcel de Santiago y del Tribunal de la Instancia del Distrito Judicial de Santiago. En esos años ejerció en Mao y Bajabonico.

Al salir los norteamericanos del país, el Dr. Alberti es nombrado en 1924, por el Presidente Horacio Vásquez, como Médico de la Sala de Socorro de Santiago de los Caballeros.

En 1928, es nombrado Clasificador y ordenador del Museo Nacional. Ese cambio en su profesión se debe a una de las grandes pasiones del doctor Alberti, que fue la Arqueología. De hecho, en los años que vivió en La Vega, escribió su libro “Apuntes para la prehistoria de Quisqueya”, considerado como uno de los mayores aportes al estudio de la arqueología y la prehistoria de nuestra isla. En esa obra realiza un enorme aporte de grabados, mapas, fotografías y ubica una gran cantidad de sitios que contienen una gran cantidad de información para el estudio de la cultura antillana.

Participó en múltiples exposiciones internacionales y obtuvo premios y reconocimientos por su trabajo. Dejó escrita, entre otras, una obra sobre “claves para descifrar el simbolismo de los cemíes antillanos”. Sus teorías sobre las migraciones intercontinentales han sido discutidas en numerosos foros. Ya retirado de sus profesiones de médico y farmacéutico, murió en el Ensanche Lugo, de la ciudad de Santo Domingo, en el 1932.

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