Hasta hace unos años fui paciente psiquiátrica por ansiedad y depresión. Dependí de fármacos que mejoraban pero no curaban. Sané con un cambio alimentario que, junto a sustentar la eliminación completa de esos padecimientos y muchos físicos también, me significó conocer y disfrutar la luminosa diferencia entre un cerebro afectado y uno en plenitud de funciones. Las investigaciones del neurólogo y nutricionista norteamericano David Perlmutter y otros especialistas, documentan que no soy un caso excepcional como pudiera creerse. Millares en el mundo acusan padecimientos mentales inducidos por comestibles, aunque ese vínculo es mayormente ignorado. Cuento esto porque sé por experiencia propia que un cerebro falto de salud no decide bien. ¿Qué comer para una mente en forma antes de votar?
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Hasta hace unos años fui paciente psiquiátrica por ansiedad y depresión. Dependí de fármacos que mejoraban pero no curaban. Sané con un cambio alimentario que, junto a sustentar la eliminación completa de esos padecimientos y muchos físicos…
