Ya habíamos dado nuestro punto de vista sobre la inauguración del Festival de Cine Global y todos sus desaciertos sobre lo que era la apertura de un evento que sus organizadores quieren darle una proyección internacional. Quizá muchos podrían haber pensado que se trataba de una percepción muy personal y hasta podían aparecer algunos que nos tildaran de críticos del Presidente de la República.
Sin embargo, acá les dejo con una crítica intacta hecha por Yuma Gómez-Cornejo para el diario español El País y que coincide con lo que se vivió en la inauguración, pero en esta ocasión ella la hace en todo el contexto de lo que fue la quinta edición del festival. Saquen ustedes mismos sus conclusiones y aquellos que vivieron las suspensiones de talleres, ofrezcan su punto de vista.
Crítica de El País
El festival, que podría convertirse en una muestra cinematográfica de referencia en la región, ha perdido en esta ocasión la oportunidad de madurar, con una sucesión de fallos organizativos que hacen un flaco favor a un país que intenta promoverse como escenario para el rodaje de producciones internacionales. Así, el programa no estuvo disponible hasta el mismo día en que comenzó el festival, solo en Internet y con la escueta enumeración de los títulos de las películas: la versión completa en papel, con fichas y sinopsis, se comenzó a distribuir el viernes. Un retraso que va en contra de una de las misiones del certamen, la creación de un público propio, al que es difícil atraer sin anunciar con antelación qué filmes se iban a proyectar. Retrasos constantes en todos los actos y cambios de programa a última hora, con los espectadores ya sentados en sus butacas, abundaban en este problema.
Los cambios de última hora afectaron a otros aspectos. El festival anunció a la prensa y en su página web la entrega de reconocimientos en la ceremonia de inauguración a varios personajes de la industria cinematográfica: dos de ellos -el actor Vin Diesel y el productor Moctesuma Esparza- nunca aparecieron; a cambio, se entregó uno, no anunciado previamente, al actor dominicano Juan Fernández. La organización no ha dado explicación alguna al respecto: ayer mismo, la sección Tributos de la web del festival seguía recogiendo los reconocimientos a Esparza y Diesel.
Los propios organizadores del festival son conscientes de estos errores. El domingo, durante el acto de clausura del certamen, su director, Omar de la Cruz, justificó la tardanza en la elaboración del programa aludiendo a la dificultad para confirmar la asistencia de Fernando Trueba, que se encuentra inmerso en un proyecto. Una excusa poco cortés hacia el director -a su lado en el escenario-, además de inverosímil. ¿Toda la programación de un festival depende de la asistencia de un invitado?.
En resumen, fallos que serían comprensibles en un festival recién nacido y ya no lo son tanto en uno que ha celebrado su quinta edición, máxime cuando suponen un retroceso respecto a anteriores convocatorias del certamen que presume de ser, como insisten los organizadores, «único en el mundo», al celebrarse simultáneamente en siete sedes: las ciudades dominicanas de Santo Domingo, Santiago de los Caballeros, Puerto Plata, Nagua, Higüey y Cap Cana, así como en Puerto Príncipe (Haití). Se proyectaron más de 60 películas de 25 países y contó con la asistencia de los actores Geraldine Chaplin, Danny Glover, Steve Bauer y Fernando Carrillo, entre otros.
