Joaquín Balaguer fue un político que sabía ganar en la derrota. Su capacidad de espera era asombrosa.
En la crispación post electoral de 1978, el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, lo llamó por teléfono, pero no pudo hablarle porque se hallaba fuera de su despacho.
Eso fue suficiente para que se creara la versión de que JB se negó a escucharlo. Nadie recordó que el político autodefinido en campaña como el candidato de “la gleba”, en los asuntos de Estado no admitía informalidad.
La mañana del 17 de mayo de 1978, el embajador estadounidense Robert Yost, llegó a la residencia de Balaguer muy temprano, pero luego de esperar varias horas en la marquesina de la casa: “… se le hizo saber que solicitara audiencia por vía de la Cancillería o que dejara su mensaje escrito en manos del jefe de la Escolta Presidencial”.
La nota expresaba la preocupación del secretario Vance “por la interrupción de los cómputos electorales y por la posibilidad de una irrupción militar en el certamen”. Balaguer le respondió que estaba consciente de sus deberes como presidente de la RD y que nada ni nadie, lo apartaría de su obligación de hacer respetar la voluntad del pueblo dominicano.
Luego, el presidente Jimmy Carter escribió a Balaguer: “Acabo de conocer los resultados de las elecciones presidenciales, y quiero expresar mi profunda admiración por la calidad de hombre de Estado que ha demostrado Ud. durante este período… Su larga e ilustre carrera de servicios al pueblo dominicano asegura que su nombre vivirá entre los ciudadanos de su país y nuestro hemisferio…La junta Central Electoral, la cual Ud. ayudó a establecer, actuó valerosa e independientemente para llevar a cabo su compromiso…”.
Carter le aseguró la cooperación de su gobierno “para promover el continuo progreso democrático y bienestar del pueblo dominicano”, La Agencia noticiosa estadounidense AP, difundió un despacho que reveló el contenido de la carta enviada por Carter a Balaguer. El caudillo de Navarrete ganó en la derrota de 1978. Retornó al poder en 1986.
En 2012, la oposición del PRD parece que no quiere ganar en la derrota. Es diferente a Balaguer. En la democracia se gana cuando se celebra la expresión de la voluntad popular.
Fuente: Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo. l
