El pasado 27 de febrero en su discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional, el presidente Danilo Medina reveló que desde agosto del año pasado funcionarios de su gobierno habían estado gestionando con los ejecutivos de la minera Barrick Gold la renegociación del contrato de explotación de la mina de oro de Pueblo Viejo, en Cotuí.
Ese mismo día, el mandatario expresó que las condiciones de ese contrato se tornan inaceptables, porque de cada 100 dólares que le ingresen a la minera por la venta de oro, sólo 3 dólares con 20 centavos irían al Estado dominicano y todo el resto para beneficio de Barrick.
En ese mismo escenario, el presidente Medina señaló que la minera le había ofrecido entregarle por adelantado una parte de los recursos que corresponden al Estado para los próximos años, lo que fue rechazado por el jefe del Estado, en el entendido de que eso sería afectar las proyecciones de ingresos de futuros gobiernos.
El presidente Medina también anunció ese memorable 27 de febrero, que hacía un último llamado a negociar a la Barrick Gold, y que si en un “tiempo prudente” no aceptaba cambiar algunas partes del contrato, entonces procedería a someter al Congreso Nacional un proyecto de ley para aplicar un impuesto sobre ingresos inesperados en el sector minero.
Han pasado 61 días desde que el presidente Medina pronunciara ese discurso. Posteriormente, se han estado realizando acercamientos. Incluso, la semana pasada, funcionarios del Palacio Nacional informaron que entre ambas partes se han celebrado más de 20 reuniones, sin que hasta ahora se conozcan detalles.
El pasado 9 de este mes, el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, informó que este mes de abril terminaba el “tiempo prudente” dado por el Presidente de la República a la Barrick para que aceptara la renegociación del contrato minero.
Mañana martes termina el mes de abril y se esperan detalles de lo que se solicitó hace 61 días.
