Hasta que la muerte… (1 de 2)

El “reto matrimonial”, una bonita iniciativa lanzada en redes sociales, llamando a personas casadas a resaltar durante 7 días valores positivos de su unión, me acicatea a continuar reflexionando en el matrimonio. No sé si esta institución estará en crisis, pero es un hecho que no tiene la estabilidad de otrora. Un problema que hay que abordar con perspectiva histórica, empezando por decir que en el pasado no era “por amor” que la gente se casaba. En todas partes, incluyendo Europa, nuestro modelo referencial, la norma era el matrimonio por conveniencia y/o arreglado. La gente se casaba por razones materiales, los roles y expectativas conyugales estaban claros. El hombre era proveedor material y la mujer ama de casa y madre.