Hay fiebre de oro en orillas del río Haina

La Cuchilla, Villa Altagracia. Acompañado de una batea, una pala y “una considerable cantidad de paciencia” German Rodríguez se acerca a las arenas a orillas del río Haina. La mañana está amenazada por la lluvia, pero el campesino mantiene la esp

La Cuchilla, Villa Altagracia. Acompañado de una batea, una pala y “una considerable cantidad de paciencia” German Rodríguez se acerca a las arenas a orillas del río Haina. La mañana está amenazada por la lluvia, pero el campesino mantiene la esperanza de encontrarse algunas porciones de oro entre las pequeñas piedras antes de irse a su casa.

Rodríguez es una de las muchas personas que conociendo de antaño la existencia de oro en los ríos, dedica horas y horas en procura de conseguirlo. En su caso, es una vía para buscar el sustento de su familia en los tiempos que no consigue realizar otra labor.

Yacimientos como los existentes en los ríos de Villa Altagracia existen en todas partes del mundo, pues obedecen a formaciones geológicas favorables, según explica el ingeniero geólogo y de minas Hugo Domínguez, presidente de Sociedad Dominicana de Geología (Sodogeo). Una de las fuentes que contienen oro son las rocas. Ese oro con el proceso natural de erosión y meteorización se libera y físicamente es arrastrado cuando llueve, por la corriente de agua que se lleva también suelos y sedimentos.

Domínguez explica que el oro tiene la propiedad de que es muy pesado y denso.

“Es el material más pesado dentro de la mezcla de sedimento y de río, por eso mecánicamente tiende a buscar en el fondo, o sea, la zona más baja. Tiende a depositarse en la parte más baja de los sedimentos y donde existen obstáculos naturales como peñones, curvas de río y donde éste cambia de pendiente o tiene una pendiente muy abrupta y llega a un llano”, expuso el experto, mientras acompañó a reporteros de El Caribe a un recorrido por varios afluentes.

Según la explicación ofrecida, cuando el río cambia de pendiente y llega al llano pierde energía, ya no puede cargar más el oro y entonces lo deposita. Las personas que “lavan oro” en los ríos posiblemente no verifican la cotización de ese metal en los mercados internacionales a través de la página Blomberg, pero se mantienen tan enterado del precio como si lo hicieran.

“Cuando consigo un gramo lo vendo a razón de RD$1,500 en uno de los colmados que lo compran y que sirven de acopio aquí o a una persona independiente. En la capital lo compran a RD$1,800, pero los 300 de diferencia casi se me van de pasaje”, comentó German Rodríguez, sin dejar de mover y observar minuciosamente la arena que acumuló en la batea para buscar el preciado metal.

A las 11:00 de la mañana de ayer no había conseguido nada. Mejor suerte tuvo Mercedes Nivar, quien de entre una tierra negra obtuvo mucho menos de media raya.

Una raya según el lenguaje de los lavadores de oro aluvional equivale a un gramo.

En las comunidades Loma Verde, La Cuchilla y otras, a la extracción de oro de manera artesanal se dedica una cantidad considerable de personas. En varias fincas se observan excavaciones que en ocasiones superan un metro, donde la gente puede obtener esas “piedras amarillas” que generan dinero.

Varios estudios citados por el geólogo Hugo Domínguez establecen que más del 50% del oro  presente en los ríos es muy fino (microscópico) y no puede capturarse en las bateas usadas actualmente por los campesinos. Por tanto, es un oro que se pierde.

Domínguez, egresado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y con maestría en George Washington University, tiene un proyecto personal, junto a otros colegas suyos, que implicará una inversión, según él  de varias decenas de miles de dólares.  El proyecto irá más allá de lo rudimentario, pues incluirá bombas de agua, una draga de succión, otros equipos auxiliares y la evaluación de zonas para determinar la factibilidad económica de la extracción de oro.

“De esa forma el material o arena se extrae, se succiona, se pasa por un cedazo, una canaleta y luego va al río. No se utiliza ningún químico (mercurio, cianuro, ni aditivo)”, apuntó el presidente de la Sodogeo.

Una fórmula saludable

La fórmula para ser exitoso en la búsqueda de oro es conseguir los puntos clave y tratar de maximizar los volúmenes recuperados, tratando de minimizar la cantidad de materiales que se mueven.

Eso puede lograrse a través de una draga de succión, según el experto consultado. Con una draga bien manejada puede operarse varias veces la cantidad de volumen de material, con relación a cuando lo hace una persona a mano.

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