La República Dominicana tiene una gran proyección en el campo de las exportaciones, no solo de materia prima, sino en productos diferenciados de mayor terminación. Esa es la apreciación general de Kai Schoenhals, presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), quien asegura que el abanico de posibilidades de que dispone el país es amplio. Reconoce, sin embargo, que el mercador interno tiene debilidades que hay que enfrentar para expandir el empuje de las exportaciones dominicanas.En República Dominicana en el año 1993, las exportaciones nacionales representaban solamente el 16%, alrededor de las exportaciones totales del país, con una cifra cercana a los seiscientos millones de dólares totales para las exportaciones nacionales. Y hoy en día ya ronda cerca del 43%, lo cual ha sido un gran salto que han dado las exportaciones nacionales, o sea, que quiero empezar con una nota positiva, diciendo que el sector al que representamos en Adoexpo ha venido de manera sostenida aumentando su participación en las exportaciones totales, en la misma medida en que el país también ha aumentado sus exportaciones, también de zona franca, o sea, que ha habido un crecimiento en la parte de exportaciones”.
En conversación con el equipo de la sección “Dinero” de elCaribe durante el Desayuno Económico, Schoenhals, acompañado de la directora ejecutiva de Adoexpo, Kary Van Der Horst, compartió sus impresiones sobre el futuro de las exportaciones dominicanas y cuáles son las mayores lagunas que hay que cubrir para la plena integración del sector exportador en los mercados mundiales, a la vez que mostró su optimismo por las oportunidades de crecimiento.
“Si nosotros ya superamos más del 50%, en el corto plazo de las exportaciones totales, solamente con lo que tenemos, entonces ya somos el principal productor de divisas del país, y eso quiere decir que ya el sector no es la cenicienta, como anteriormente era, sino que probablemente es el sector más importante en ese tema”, expuso.
“Definitivamente, todavía quedan retos, yo lo que digo es que hemos crecido a pesar de esas deficiencias; y hay problemas que han sido, como decimos nosotros, eternos. El tema de la luz eléctrica es un problema que todavía tenemos, y que teníamos en 1993, sin embargo, las empresas se han ido adecuando, han tratado de ser más competitivas a través de la generación eléctrica propia, y también con la conversión al gas natural. En los últimos cinco años muchas empresas se han ido a la producción congas natural, para poder tener esa ventaja competitiva; otra cosa que tiene República Dominicana es que es uno de los seis países en el mundo que tienen acuerdo de libre comercio tanto con los Estados Unidos como con Europa”.
Schoenhals admite que a pesar de las limitantes internas y los obstáculos que la producción nacional enfrenta y las condiciones a veces precarias en que el productor dominicano trabaja, la realidad ordena que el país se ponga a la altura de la situación con lo que se tiene a mano.
“Y no nos ha quedado de otra, siendo ya la tercera economía más abierta de Latinoamérica, después de Chile y México, que ir a la conquista de los mercados con esos problemas que tenemos todavía. Otra de las cosas que siempre hemos dicho es el tema de acceso al financiamiento: nosotros entendemos que si las pequeñas y medianas empresas dominicanas pudieran tener un crédito blando dedicado al sector exportador, como ocurre en Brasil, Chile, Corea, en todos los países que han tenido un modelo exportador, entonces pudiéramos duplicar o hasta triplicar las exportaciones de las medianas y pequeñas empresas y, por tanto, duplicar las exportaciones nacionales”.
Nueva actitud
El presidente de Adoexpo dijo que a pesar de las dificultades innegables, se hizo necesario un repentino cambio de mentalidad que permitiera un lanzamiento del concepto “marca país”.
“Esos son los problemas fundamentales, ya luego hay un tema de una cultura exportadora, que Adoexpo desde hace mucho tiempo ha venido diciendo. Como ustedes saben, en República Dominicana la base industrial se creó mediante un modelo de sustitución de importaciones, creada en los gobiernos del doctor Balaguer y eso hizo que los industriales, de alguna manera protegidos por altos aranceles, simplemente se concentraran en un mercado interno, que era bastante rentable. La realidad cambió de repente, primero con la apertura iniciada por el primer gobierno del presidente Fernández, cuando se firmaron dos acuerdos: uno con CARICOM y otro con Centroamérica, en el entendido de que esos dos bloques económicos tenían un tamaño similar al de la economía dominicana y que íbamos a ser competitivos”.
El presidente de Adoexpo destacó que el fallo fue no haber observado la parte interna primero.“Lo que tal vez no nos dimos cuenta era que había primero que trabajar la competitividad interna, y por eso uno ve que el déficit comercial de la República Dominicana se ha ido incrementando de manera tal que en el año 2011 vemos una situación de ocho mil millones de dólares de déficit en la balanza comercial”, agregó el dirigente empresarial durante la entrevista.
