Los versos del poeta dominicano Manuel del Cabral encabezan la nueva exposición de la artista visual Luz Severino titulada “Ojalá que llueva café”. Luego de su última muestra en el país, la cual tituló “Detrás del velo” (2011-2012), Severino reanuda con su denuncia de los egoísmos sociales y su apego a una humanidad más solidaria. Unas 20 obras en grandes formatos y técnicas mixtas integran la muestra que invita a trascender las diferencias en una evocación de lo universal y de la común dimensión humana. El crítico de arte Abil Peralta Agüero funge como curador y museógrafo de la muestra. Nacida en Sabana de la Mar, Severino se graduó de Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), y realizó estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, para luego completar su formación en grabado en la Liga de Estudiantes de Arte en Nueva York y Grabado sobre metal en Novoarte, Bogotá, Colombia. Fue profesora de grabado en Altos de Chavón, y en UNIBE de “Expresión creativa”, en la carrera de Artes Liberales.
¿Cómo fue su formación académica? ¿Qué recuerda de esos tiempos?
Estudié Ingeniería Civil en la UASD al mismo tiempo que Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Luego partí a Estados Unidos por un año a estudiar gráfica en The Art Students League de Nueva York, y a mi retorno al país me integré de lleno a las artes plásticas. De esa época guardo recuerdos hermosos de amistad, solidaridad, de lucha, de avance, creyendo siempre que todo se puede. Aunque hubo momentos difíciles, estos me sirvieron de palanca para alcanzar mis objetivos.
¿Cómo entiende que ha evolucionado en su obra? ¿Qué temas le preocupan en la actualidad?
Entiendo que mi obra ha ido evolucionando con el tiempo y las circunstancias del momento.
¿Considera que el arte es una buena herramienta de reflexión?
Claro que lo es, pues a través de su obra, el artista, desde su criterio, transmite mensajes y soluciones aplicables a ciertas problemáticas actuales, y del mismo modo deja un mensaje abierto para que cada observador adopte su propia visión.
¿Cuáles son los principales retos que desde su punto de vista ha enfrentado como artista plástico?
Entre los mayores retos que he tenido que enfrentar, puedo mencionar mis participaciones en concursos y bienales y ser seleccionada y premiada en las mismas; el poder salir fuera y tener que enfrentarme y destacarme ante la competencia internacional; y también el obtener credibilidad en instituciones competentes de las artes plásticas (museos, fundaciones, galerías) para servir como comisaria y organizadora de exposiciones y eventos que me permitan dar a conocer en el ámbito internacional a nuestra República Dominicana en su faceta cultural-artes plásticas.
¿Qué obstáculos afrontó como artista para salir adelante?
No quiero utilizar la palabra obstáculos como tal, quiero ser más positiva. Esto a lo que ustedes le llaman obstáculos, he sabido verlo como un motor para avanzar y crecer como artista.
Si usted tuviera que elegir una actividad para desenvolverse de nuevo, ¿volvería a elegir las artes plásticas?
Sí, definitivamente las volvería a elegir, porque prefiero la satisfacción espiritual que la material, y desde siempre el arte ha sido lo que más me apasiona..
En cuanto a los galeristas y coleccionistas, ¿cómo percibe su papel en el mercado del arte?
Con mi experiencia en el exterior, entiendo que los galeristas dominicanos deberían jugar mejor su rol en cuanto al mercado del arte se refiere. En lo que respecta a los coleccionistas, debo reconocer que estos han sabido dar un mayor apoyo a los artistas.
¿Qué quiere transmitir a través de sus exposiciones y cuáles son sus temas para exponer?
Mi trabajo siempre ha seguido la línea social. Siempre he mantenido mi discurso enfocado en las problemáticas sociales. Cada vez que realizo una exposición, siempre me inspiro en los problemas que preocupan a la población en el momento. La técnica que casi siempre utilizo es el óleo sobre tela, técnicas mixtas en mis instalaciones, materiales reusables y de reciclaje, y además elementos extra pictóricos.
En 2011-2012 realizó su última exposición, ¿de qué trató?, ¿sobre qué va su discurso en esta oportunidad?
Mi exposición anterior se llevó a cabo en Martinica, con el título “Detrás del velo”. Se situó como un acercamiento de las condiciones que rigen hoy los intercambios culturales y los límites impuestos por el rol político. Su tema principal fue la libertad de expresión de la prensa que en ese momento se encontraba fallida, reprimida, tomando en cuenta también los países del mundo que aún mantienen una dictadura. En mi actual exposición, “Ojalá que llueva café”, que inauguraremos el próximo miércoles 10 de este mes, a las 7:00 de la noche, en el Centro Cultural Mirador Santo Domingo, quiero dar a entender esta dimensión universal transcrita por el recurso a un producto tan compartido como el café, segunda mercancía comercializada en el mundo, tras el petróleo, aún más por el recurso a formas simplificadas para expresar lo esencial de una búsqueda común.
Preferencia
Si tuviera que elegir de nuevo, definitivamente volvería a elegir esta carrera, porque prefiero la satisfacción espiritual que la material, y desde siempre el arte ha sido lo que más me apasiona”.
Opinión
Con mi experiencia en el exterior, entiendo que los galeristas dominicanos deberían jugar mejor su rol en cuanto al mercado del arte se refiere”.
