Su llanto era tan conmovedor, capaz de producir lágrimas a los presentes. Allí junto al cuerpo del periodista Napoleón Rojas, lloraba desconsolada su esposa. Casi no le salía el habla a Yesenia Roa, su continuo llanto solo le permitía decir unas cuantas palabras. Su mirada no apuntaban a un objetivo, pero logro decir “estoy destrozada, el dolor es muy grande”.
“Era mi esposo, mi amigo, excelente persona, querido por todos. No merecía morir en mano de la delincuencia”, expresó su compañera sentimental, horas antes del entierro, ayer, a las cuatro de la tarde.
Roa se había retirado del Mini Market momentos antes de que cayera gravemente herido el reconocido comunicador, por manos de tres asaltantes. Pidió a las autoridades hacer justicia. “Era un hombre ejemplar, capaz de llenarme de amor todos los días”, expresó. El comunicador murió el sábado de una hemorragia tras ser intervenido quirúrgicamente, luego de luchar por la vida durante un mes, cuando fue hospitalizado tras ser herido de bala por asaltantes en un colmado de su propiedad.
“Asaltantes merecen pena de muerte”
El vocero de la Policía, Jacobo Mateo Moquete, confirmó que los familiares de quien disparó al comunicador procederán a entregarlo en las próximas horas. A juicio del doctor Cruz Jiminián, Napoleón era un servidor, que nunca cometió delitos y que no merecía morir a manos de criminales y que los mismos merecen la pena de muerte.
