protección. Tener una piel velluda parece ser la clave para evitar las picaduras de chinches, afirman científicos británicos.
Los investigadores de la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, llevaron a cabo experimentos con chinches hambrientas en un grupo de voluntarios humanos.
Colocaron a varios de los insectos en brazos rasurados y otros en brazos velludos.
Las chinches mostraron más probabilidad de alimentarse en los brazos rasurados, dice el estudio publicado en Biology Letters.
El profesor Michael Siva-Jothy, quien dirigió la investigación, encontró que el mayor número de capas de vello, tanto de los que son más largos y visibles como de las vellosidades más finas ubicadas más cerca de la superficie de la piel, parecen actuar como disuasivo para los insectos.