Maltrataron a Guadalupe

Por la frecuencia del fenómeno, el pensamiento no se exalta cuando se topa con la imposición de los intereses del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en la Cámara de Diputados.

Por la frecuencia del fenómeno, el pensamiento no se exalta cuando se topa con la imposición de los intereses del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en la Cámara de Diputados. Entre préstamos, presupuestos distanciados de los reclamos populares y negociaciones oscuras de normativas de función orgánica, los sentidos de cualquier observador aprenden el modus operandi del oficialismo. Se ahorran  sobresaltos,  para enfocarse en los temas menos manidos.

Además  ven como parte del paisaje las acciones tribales y personales de los legisladores del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

En aquella madeja de movimientos ¿políticos?, sin embargo, aparecen casos que se roban la atención del menos atento de los observadores, como el de la desconsideración que sufrió el martes la diputada nacional Guadalupe Valdez, de Alianza por la Democracia.  

En la pasada sesión, cuando el presidente de la Cámara, Abel Martínez, dio apertura al debate de un proyecto de modificación parcial de la Ley Electoral, la legisladora solicitó el primero de los turnos. Pero, por la facultad reglamentaria que tiene, Martínez pasó antes la palabra a los voceros del PLD, el PRD y el PRSC.

La legisladora, que es conocida dentro y fuera del Congreso por los respetuosos pero altos argumentos que adjunta a cada una de sus intervenciones, pensó que, después de los representantes de los tres grandes partidos, podría expresar los motivos de su oposición al proyecto. Esperó. Pero pasaron tres, cuatro, cinco, diez, quince turnos, y Abel Martínez nada de darle la palabra.

Fue entonces cuando Guadalupe Valdez  acudió a Twitter (@guadalupevaldez), donde no encontraría ningún tipo de restricción.
En la red social, y en pleno discurrir del debate legislativo, la diputada escribió desde su teléfono celular lo siguiente: “Pedí el turno de primera en el tema de reforma electoral. Presidente ha dado más de 15 turnos y no me ha dado la palabra. Reclamo mi derecho”.

En pocos minutos su denuncia encontró eco en varios comunicadores sociales que daban seguimiento a la red digital. Los mensajes comenzaron a fluir en grupo de 140 caracteres, hasta que, luego del turno número 20 del debate, a Valdez se le permitió ejercer su derecho a participar de las discusiones de la Cámara. Parecía que los ruidos de Twitter surtían más efecto en el Hemiciclo que la legítima voz de una congresista.  

“Expreso mi oposición a la reforma electoral para dar más delegados a un partido político (el PRSC). Hay que hacer una reforma integral de la Ley Electoral”, dijo al fin Guadalupe,  ante un auditorio que minutos después dejaría la pieza sobre la mesa por falta de consenso.  

La idea del PLD y del PRSC es aumentar de 1 a 2 el número de delegados de las coaliciones de partidos que participarán de las elecciones presidenciales del 20 de mayo.  Las fuerzas alternativas como Alianza por la Democracia y Alianza País se oponen al plan porque sólo beneficiaría al reformismo, poniéndole un parche a una ley que, como ha propuesto la Junta Central Electoral con el respaldo de la Organización de Estados Americanos(OEA), necesita una transformación profunda.

Se espera que la Cámara de Diputados retome el tema este próximo martes, y que la voz de la diputada nacional Guadalupe Valdez no vuelva a ser víctima de las desconsideraciones del poder.

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