Una serie de “tuits” colgados el lunes en la cuenta de Carlos Martínez colocó en una apretada y difícil situación al juvenil lanzador dominicano que busca un puesto en la rotación abridora de San Luis. “Hubo una confusión, parece que me hackearon la cuenta”, dijo Martínez a ESPNdeportes.com desde Jupiter, Florida, sede de entrenamientos de los Cardenales.
“Es mi cuenta de Twitter y entiendo lo que la gente está hablando… debo ser responsable, pero quiero que sepan que no tengo tiempo para estar haciendo ese tipo de cosas”, agregó.
Los mensajes colgados en la cuenta de Martínez tenían fotos y textos con contenido pornográfico.
“Hablé con mis compañeros, con el mánager, el gerente. Todos entendieron que fui una víctima. Mi agente me ayudó y todos quedaron conscientes de que no hice nada malo. En lo adelante no manejaré directamente mi cuenta, sino que una persona se encargará de ella”, dijo Martínez.
