El matador de Invivienda asediaba a su propia familia

La familia de Gabriel Emmanuel Lamí Román siempre estuvo sometida a las constantes amenazas de su pariente, quien se rebeló contra ellos hace más de una década.

La familia de Gabriel Emmanuel Lamí Román siempre estuvo sometida a las constantes amenazas de su pariente, quien se rebeló contra ellos hace más de una década.“Si yo hubiese tenido en mis manos la potestad de quitarle la vida a él antes de que hiciera eso, yo lo hubiera hecho, y a Dios que me perdone, pero él le hizo un daño muy grande a esa familia”, dijo entre sollozos una tía de Lamí Román, él joven de 26 años que mató a su expareja, Vicky Irrizari Méndez, a su excuñada Yeibys Méndez (Rossy), su exsuegra Sahara Méndez, a una niña de dos años  y luego se suicidó, en un hecho ocurrido en el sector de Invivienda.

Sin poder articular palabras, la señora suspira, derrama una lágrima, retoma el aliento y dice, “nosotros no sentimos ni dolor, ni tristeza por él (Kelvin), pero sí por esa familia. Él a mí no me duele. Él era como la oveja negra de la familia”.
Con entera franqueza y al mismo tiempo llena de dolor,  y aún con miedo, la pariente de Lamí Román cuenta que hace doce años este pasó de ser  un muchacho “inquieto” a una amenaza para la familia, desde el momento en que su abuela, quien lo criaba y lo consentía sobre manera, murió y sus familiares intentaron someterlo a la obediencia.

“Él tenía como un demonio, era como el mismo diablo que se le metía por momento, una doble personalidad”, indicó.  Además de someterse al tratamiento de rigor por su epilepsia, en un principio el joven de 26 años fue llevado a terapias sicológicas que luego abandonó, según se supo, también recibía tratamiento siquiátrico.

A lo largo de toda su vida, cuenta una de sus tías, intentó quitarse la vida en tres ocasiones, quiso ahorcar a su madre, a una hermana y matar con un cuchillo a toda su familia. Fue sometido por ante la Justicia y se le impuso presentación periódica, y se dictó orden de alejamiento a favor de las víctimas. A esta decisión se le suma las múltiples denuncias de sus exparejas y del esposo de una de sus tías. Sobre él pesaba una orden de arresto por una denuncia de una mujer.

Una Biblia fue el último regalo que le llevó su tía, afirmando que no haría nada más por él.

Retiraron el cuerpo

Pese a que advirtieron que no lo harían, a través de una funeraria, Faustino Lamí, quien dijo ser primo de Gabriel, retiró ayer  su cadáver del Instituto de Patología Forense.

El Procurador dice que hubo negligencia

El procurador General afirmó ayer que hubo negligencia por parte del Ministerio Público en el caso del cuádruple asesinato en el sector Invivienda. “En ese caso debió apresarse inmediatamente esa persona. Lo que sucedió no debió suceder”, se lamentó Francisco Domínguez Brito. Sostuvo que el Ministerio Público “debió jugar su rol” y que están siendo investigados los procedimientos realizados en ese y otros casos de violencia de género, para determinar por qué no se siguió el procedimiento indicado, arrestando a los victimarios. “Son tres casos donde fiscales, al parecer, no cumplieron los procedimientos, sin embargo, eso no significa que haberlos cumplido evitaría esa desgracia, tal vez no, pero eso no significa tampoco que es una excusa para violentar el procedimiento establecido porque también sería posible que habiendo cumplido, siendo más diligentes, tal vez no hubiera ocurrido esta tragedia”, consideró.

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