Mientras, tal como expliqué ayer, muchos de los que fueron aliados al PLD a la última consulta electoral se sienten “en hold”, de frente a la reciprocidad que esperan de sus patrocinados victoriosos, y añoran siquiera que se les pase la mano desde el Gobierno y/o se les convoque aún sea para tomar un cafecito, a la llamada Casa Presidencial del partido morado, en las cercanías del campus de la UASD, están acudiendo con frecuencia varios de esos aliados, y otros de nuevo cuño. Me dicen que El Príncipe dedica tiempo para escuchar sus planteamientos, entre los que -¡claro está!- figuran lamentos y quejas. ¡¿Qué cosa? ¿Eeeh…?!
Tosudos
Dice el refrán que “cuando las hormigas se quieren perder, alas les quieren nacer”, lo que viene como anillo al dedo a las figuras perredeístas que, tosudamente, le buscan la quinta pata al gato a todo esfuerzo por alcanzar la unidad en esa organización, oponiéndose a cualquier iniciativa que esté encaminada en esa orientación, ignorando –o haciéndose los ignorantes- que en el PRD ya la pava no pone donde ponía, que ese partido no es hoy lo que fue hace cierto tiempo, cuando ser perredeísta era algo así como un estilo de vida, y que toda eventual posibilidad de retorno al poder de esa agrupación está umbilicalmente ligada a que sus líderes encuentren la(s) fórmula(s) de re-encontrarse políticamente, dejando a un lado los súper egos que les afectan. Además, que al 2016 serían 12 años fuera del disfrute de las mieles del poder para una organización que aparenta estar signada a las divisiones y a autoalejarse de alcanzar la meta de todo partido político: Ejercer el poder político en procura de ejecutar sus programas y políticas y satisfacer los deseos de sus seguidores. Quien no lo entienda así, que vaya poniendo los pies sobre la tierra…
Morbo
De morbo y bellaquería viven muchos, siempre a costa de los errores y tropezones de los políticos. Así mismito…
