Mitos sobre la desigualdad

“Los ricos son cada vez más ricos, a expensas de los más desposeídos; la riqueza total de un país está mal distribuida porque un grupo es el dueño de la mayor parte”. Tanto se repiten estas cosas, que se llega a creer que el que logra hacerse&#8

“Los ricos son cada vez más ricos, a expensas de los más desposeídos; la riqueza total de un país está mal distribuida porque un grupo es el dueño de la mayor parte”. Tanto se repiten estas cosas, que se llega a creer que el que logra hacerse rico es porque se ha apropiado injustamente de lo que le pertenece a otros.

Sencilla conclusión. Pero falsa.

En su libro “Equal is unfair”, Watkins y Brook llaman la atención sobre dos aspectos que tienden a olvidarse cuando se trata este tema.

Lo primero es que no necesariamente desigualdad significa pobreza. En una sociedad puede haber gente mucho más rica que la mayoría, y sin embargo esa mayoría pudiese estar mejorando su situación y viviendo mejor que el resto del mundo. Lo contrario también se da: sociedades sin grandes diferencias, pero todo el mundo igual de pobre.

Por otro lado, cuando se habla de riqueza nacional, esto no quiere decir que todos en un país merezcan una parte de esa riqueza así por así. Porque esa riqueza existe por el esfuerzo individual de un sinnúmero de personas que trabajaron arduamente para crearla o que tuvieron ideas geniales. Para distribuir esa riqueza primero habría que quitársela a ellos.

Watkins y Brook ponen el ejemplo de Robinson Crusoe y Friday en una isla desierta. Si el primero cultiva siete auyamas y Friday solo tres, sería deshonesto decir que Crusoe se hizo rico a expensas de Friday y que se expropió del 70 pc de la riqueza de la isla.

Así pues, si la riqueza es algo que los individuos crean, no hay ninguna razón para pensar que todos deberían tener lo mismo. Porque los individuos son distintos. Los hay altos, bajitos, inteligentes, lentos, hábiles para relacionarse, torpes con las computadoras, obsesivos con el trabajo, perezosos… Y esas diferencias se reflejan en su situación económica, y los hace desiguales.

A priori no habría que alarmarse ni mirar esto con escepticismo. Asumiendo claro está que esa riqueza no fuese el fruto de robos a mano armada, estafas, esclavización de personas, abuso de poder, compincheo con gobernantes, botellas… ¡Porque esa sería otra historia! 

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