Al comparecer recientemente ante la Asamblea Nacional, el presidente Leonel Fernández rindió cuentas de una de las gestiones de gobierno más productivas de la historia dominicana.Reinstalado en el poder en medio de una debacle económica y enfrentando con éxito las sucesivas crisis internacionales que han surgido desde el 2007, Fernandez arriba al término de su actual gestión exhibiendo una infinidad de obras, así como logros e innovaciones institucionales.
Comenzando por la estabilidad macroeconómica y la recuperación del crecimiento, durante los últimos ocho años de gobierno, la República Dominicana ha tenido un desempeño satisfactorio, que ha convertido al país en un lugar atractivo para la inversión extranjera.
El aumento impresionante de las reservas del Banco Central, la estabilidad relativa de la tasa de cambio, los niveles de inflación de un dígito y un crecimiento promedio anual de 7.1%, entre el 2005-2011, son frutos de un acertado manejo de la política monetaria y un desempeño prudente en el ámbito fiscal. Ese crecimiento con estabilidad creó las condiciones para que, en ese período, se generaran 751,428 nuevos empleos, incidiendo en una apreciable caída en los niveles de desocupación. Si esa cantidad de nuevos empleos se suma a los 667,000 creados durante el período 1996-2000, de acuerdo con el FMI, queda claro que durante las tres administraciones del presidente Fernández se han generado 1,418,428 nuevos empleos, lo que explica que durante sus gobiernos se aprecie una importante reducción de la pobreza y la marginalidad, realidades que, del mismo modo, han sido atacadas por una política social focalizada, a través del programa Solidaridad, que beneficia a 850,000 hogares y que ha provocado que 600,000 dominicanos hayan abandonado su condición de indigentes.
El presidente Fernández, en sus últimas dos gestiones, ha dotado de techo a miles de familias, becado a miles de estudiantes que han viajado al exterior a realizar estudios de grado, especialización y postgrados, y dotado al país de una infraestructura vial moderna.
Desde el punto de vista institucional, el presidente Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana han realizado lo que el mandatario calificó alguna vez como una “revolución silenciosa”, a nivel de la gestión presupuestaria del Gobierno.
Obra que, entre muchos otros logros en materia de salud, educación, turismo, agricultura, seguridad pública y otros, se ha coronado con una reforma constitucional y la proclamación de la República Dominicana como un Estado Social y Democrático de Derecho. La obra del presidente Fernández habla por sí misma. Opus dixit.
