Alegra la tendencia a romper con patrones machistas entre las nuevas generaciones de padres. Más hombres dominicanos se involucran participativamente en el cuidado y la expresión de afecto hacia los hijos, dando ejemplo de paternidad integral.
Superamos gradualmente la estrechez mental de que se es buen padre al cumplir el rol de proveedor material, como suficiente mérito dentro de una cultura de hombres listos para procrear y desentenderse porque “los hijos son de las mujeres”.
Falta mucho por mejorar, la población femenina tiene todavía razones para queja en tanto mayormente continúa llevando la carga más pesada en la crianza familiar. Pero este Día del Padre, la sociedad se congratula por los padres verdaderos.
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