Hay muchas formas de expresar el sufrimiento y la impotencia. Crear un espacio con un mensaje contra la delincuencia fue la elegida por los padres de una víctima.
El dolor y desesperación se apodera de las familias que han perdido un ser querido, sentimientos que se agudizan cuando esa pérdida ocurre de manera violenta. En estos casos la frustración aflora y con ello también el deseo de que se haga justicia y para lograrlo se recurre a diversas acciones.
La familia del joven arquitecto Daniel Orlando Peña Valera, quien fue asesinado de un tiro por desconocidos el nueve de mayo de este año, frente a uno de los condominios de la calle Fantino Falco, en el ensanche Naco, donde acudió a visitar a su novia, eligió crear un pequeño parque con imágenes y ornamentación que mantenga vivo el caso.
El lugar, donde hay una fotografía grande del joven del día de su graduación universitaria, un banco, plantas ornamentales y un ramo de flores al lado de una cruz, es el escenario usado por sus parientes para expresar el desprecio y rechazo que sienten por quienes cometieron el homicidio, a quienes definen como lacras sociales.
El parquecito está cercado con barrotes y tanques pintados de amarillo. El texto, que también tiene el salmo 23, está colocado en la imagen fotográfica.
“Ojalá que su sangre derramada sirva para unirnos a todos los buenos y luchar contra estos malditos drogadictos y delincuentes que asesinan a los buenos dominicanos”, refiere una parte del mensaje.
Agrega que los asesinos del joven, quien también era segundo teniente de la Policía e hijo del jefe de Seguridad del Banco Central y exmiembro de la escolta del entonces presidente Leonel Fernández, Alexis Peña, truncaron la vida de un ser que “vivió para servir a su país”.
Por la muerte del joven fueron apresadas cuatro personas, cuyos nombres no fueron revelados.
