Si bien es cierto que con su giro repentino hacia el Suroeste la tormenta Emily se alejó de suelo dominicano, otra verdad es que sus aguas y vientos pusieron al desnudo cuantas zonas vulnerables tiene el país.
El cuadro dejado es más que revelador: Edward Díaz Urbáez, un joven profesional de 23 años, ahogado en Santo Domingo Este cuando disfrutaba de un chapuzón en un charco que se forma en una calle de su barrio, 7,534 personas evacuadas, de las cuales todavía anoche permanecían desplazadas 1,614 en 319 albergues, según datos oficiales del Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
Anoche también continuaban seis provincias en alerta roja, 17 en amarilla y 10 en verde. En Azua 3,347 familias de 37 comunidades incomunicadas, así como otras 47 familias residentes en 10 parajes de San Pedro de Macorís, El Seibo y Monte Plata.
Las comunidades afectadas se ubican en puntos tan disímiles del territorio como Monseñor Nouel, en el Norte; Barahona, Bahoruco y Azua, en el Sur; San Pedro de Macorís, Monte Plata y La Romana, en el Este; María Trinidad Sánchez y Samaná, en el Noroeste, y Santo Domingo y el Distrito.
En Santo Domingo el miércoles fue patético. El corredor de la 27 de Febrero se inundó; el Metro suspendió sus servicios; grandes avenidas y calles céntricas anegadas, igual que cientos de residencias de clase media, y montones de basura por doquier, en donde ratas y cucarachas hacían sus delicias.
De acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, alrededor de 6 millones de dominicanos viven en zonas vulnerables. El país tiene alrededor de 400 ríos y 60 cuencas hidrográficas, cuyas riberas generalmente son habitadas por gente pobre que se expone a los riesgos de las inundaciones y vive cada temporada ciclónica la angustia de verse expuesta a las fuerzas de la naturaleza.
Ejemplos de vulnerabilidad son las más de 50 barriadas pobres de Santiago, los cientos de tugurios ubicados a lo largo de las riberas de los ríos Ozama e Isabela, así como el barrio Moscú, en San Cristóbal, en donde ayer había 1,200 refugiados. Llevan ya 15 temporadas ciclónicas en la misma.
En El Peñón, Jaquimeyes, Polo y Bahoruco, en Barahona, fueron evacuadas 264 familias. Residentes en esta zona confían en que si se ejecuta la presa de Monte Grande sus niveles de vulnerabilidad pueden disminuir.
Daños ocasionados
Emily también dejó a su paso tres personas muertas y daños a la agricultura calculados en miles millones de pesos, sobre todo en la región Sur, así como en el Bajo Yuna, aunque oficialmente no se ha ofrecido cifra alguna. Los fallecidos son, además de Díaz Urbáez, dos hombres de 19 y 20 años que perdieron la vida al ser arrastrados el jueves por un río cerca de Higüey.
El COE informó que anoche estaban incomunicadas las comunidades de Mata los Indios, El Talao, Yabacao y Casuesa, en Monte Plata, por la crecida del río Yabacao; El Naranjo a Corocitos, Cevicos y Palmar en Sánchez Ramírez, por el colapso de puentes y crecidas de ríos, y Juana Rodríguez y Los Contreras, en la provincia Duarte, por desbordamiento de ríos.
