El PLD debe conversar con sectores

Un partido se divide cuando se dividen sus mandos y liderazgos principales, así afirmaba el profesor Bosch.

Un partido se divide cuando se dividen sus mandos y liderazgos principales, así afirmaba el profesor Bosch. En el PLD no hay ni habrá división porque su mando y liderazgo se reúnen y conversan. En cambio, el PLD se muestra ausente de conversaciones con sectores importantes externos a él. Debe abrirse al movimiento político progresista de Latinoamérica. La Secretaría de asuntos Internacionales parece no existir. Muestra, a su vez, lejanía con la representación diplomática acreditada en el país y en forma principal con los funcionarios políticos de la Embajada norteamericana. Esto último es de marcada importancia porque no puede ignorarse el liderazgo regional norteamericano. Debo recordar que después de la revolución de abril de 1965, a pesar del justo encono de Bosch con los norteamericanos por la intervención militar que evitó su retorno, en varios momentos abrió contactos en reuniones formales para que la falta de información no los llevara (a los norteamericanos) a arremeter contra el PLD; fui actor participante en más de dos ocasiones en diferentes momentos.

Resulta también necesario que el PLD abra mucho más hacia los sectores productivos del país. Este diálogo debe empezar con aquellos sectores que están siendo favorecidos con el gasto tributario. ¿Qué es eso del gasto tributario?, son las exenciones de impuestos y por tanto de ingresos a los que el Estado renuncia en beneficio de sectores productivos o de otra naturaleza. Estas exenciones se aplican en impuestos sobre la renta, hidrocarburos, zonas francas, turismo, Itebis, impuestos a importaciones, competitividad industrial, textil, calzados, etc. La cuestión es que estos gastos tributarios o exenciones de impuestos eran en el 2013 el 5.9% del PIB, equivalente a 147 mil 188 millones de pesos; para este año 2014 es de 181 mil 455 millones (6.6% del PIB) y para el próximo año 2015 es de 201 mil 751 millones (6.7% del PIB). Al afectar los ingresos del Estado, se refleja en el presupuesto, puesto que la presión tributaria se sitúa en 14% del PIB. Si sumáramos estas exenciones tendríamos una presión tributaria sobre 20%. De ahí que no hay dinero para el Poder Judicial, para el Ministerio Público, para la UASD, para las Altas Cortes, para salud, etc. Razón tiene Hacienda cuando afirma que se necesita una presión tributaria de 24% del PIB. Hay que sentarse a conversar con los sectores que se benefician con esos gastos o exenciones tributaria para que ellos expliquen cuáles son los resultados tangibles para la sociedad dominicana de esos 201 mil millones de pesos que van en 2015 a recibir. Debemos ponernos de acuerdo con los restantes grupos empresariales para realizar acciones de políticas públicas para superar deficiencias en la desigualdad y que ellos puedan seguir creciendo.

Hacerlo es garantizar seguir gobernando para lograr objetivos estratégicos. Está comprobado que el debate útil para el PLD no es aquella intrascendente mezquindad sobre el relevo personal, eso es en definitiva llenar vanidades personales de aquellos que desean llegar a ser presidentes. El debate más bien es de cómo involucrar a los sectores productivos en una estrategia de crecimiento y superación de la desigualdad que permita alcanzar los objetivos fundacionales, permaneciendo por mucho en el poder.

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