Román -Chocolatito- González, el sensacional boxeador nicaragüense, está en preparación para subir al cuadrilátero y despachar a su próximo rival. Me gustaría cambiar la citada línea y sustituirla por esta: “En preparación parta explosionar sus puños en la anatomía de su próxima víctima”. Ya se hacen los arreglos para que el diminuto púgil de Nicaragua (su estatura es de cinco pies y cuatro pulgadas) enfrente al mexicano Carlos Cuadras.
Una crónica fechada en Ciudad México (DF) y firmada por el colega mexicano Salvador Rodríguez da cuenta de que “es casi un hecho” que se dé esa pelea.
De acuerdo con la nota de Salvador Rodríguez, “el mánager de Carlos Cuadras, Salvador Briman, revela que van muy adelantadas negociaciones para un posible duelo ante González para el próximo diez de septiembre en Los Ángeles, California, por el cetro súper mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB)”. Significa, si finalmente se monta el combate, que el invicto gladiador nica irá en busca de su corona número cuatro. Porque ha sido monarca mundial en tres divisiones diferentes: paja, minimosca y mosca… de manera que en unos meses lo tendremos disfrutando de cuatro coronas diferentes.
Pero aclaro: Quizás Chocolatito González, frente a Cuadras, tendrá a su enemigo más peligroso. Porque no se trata de un rival tan cómodo, como se cree. Y no crean que entro en contradicción con lo que se lee en el título de este artículo. Hay que reconocer la probada calidad de Carlos Cuadras, quien presenta límpido expediente profesional de 35-0-1 y 27 nocauts.
El mejor del mundo
La mayoría de los analistas afirma que González, por encima de Gennadi Golovkin y Saúl -Canelo- Álvarez, es en la actualidad el mejor boxeador del mundo kilo por kilo. Yo me adhiero a esa opinión. No obstante, deberá ratificar su bautismo (el mejor del mundo) cuando enfrente a Cuadras. En el cuadrilátero habrá dos invictos… ¡y uno de los dos pondrá una sombra en su foja!
Pero ratifico ni juicio: Chocolatito González tendrá ante Cuadras su nueva víctima. Que será su victoria 46 en su joven carrera profesional. ¡A la espera!
