Todos los dominicanos mantenemos viva en nuestra memoria la angustia y el dolor que provocó el asesinato del niño José Rafael Llenas Aybar en 1996. Treinta y cuatro puñaladas propinadas por su primo, en quien él confiaba, no se borran fácilmente de la memoria de persona alguna.
Ambos fueron criados como hermanos, hasta habitaban puerta con puerta.
Por eso rechazamos el pedido de Mario Redondo Llenas de que se le conceda su libertad antes de concluir la condena y nos solidarizamos con la familia Llenas Aubar, especialmente con esa madre que gracias a la fuerza otorgada por el Todopoderoso ha podido mantenerse en pie de lucha. Pide justicia, que cumpla su condena. ¿Acaso es mucho pedir para alguien que perdió a su hijo en un hecho tan horrendo? Este hecho destruyó a una familia y estremeció a la sociedad entera. Por eso pedimos junto con ellos que Redondo cumpla su condena completa.
Lo dijeron los expertos en la conducta humana en su momento, Huberto Bogaert, Carlos de los Ángeles y Máximo Beras Goico, Redondo Llenas es un antisocial irreversible. Merece estar tras las rejas.
Me he sentido conforme como ha actuado la Justicia en este caso. Espero en Dios que no nos decepcione ahora. Que lo hagan cumplir su condena completa.
No importa que se haya formado académicamente ni que haya ayudado a otros, como dice, “a optar alternativas positivas en el contexto de la realidad penitenciaria dominicana”.
No solo tronchó la vida a un ángel y destruyó una familia. También alteró las costumbres de la sociedad dominicana que años después de la tragedia vivía atemorizada. Se comentaba: “¿si eso sucedió en una familia ‘bien’ entre primos, qué podíamos esperar?
Yo misma, con mi hijo que para entonces contaba nueve años, me torné paranoica y aún hoy al recordar esa tragedia me sumo en una profunda pena. ¿Cómo estarán sus padres? Dirigido o no, influenciado o no, cometió el horrendo hecho. Que cumpla sus 30 años.
Cualquiera en su sano juicio no podrá estar de acuerdo con que a este sujeto lo dejen libre porque diga estar en condiciones para obtener la “libertad”. Con comillas la palabra libertad porque libre no estará nunca, será un preso de su conciencia si es que la tiene.
