Reacciones frente a la creciente violencia

Entre los acontecimientos trágicos que sacuden la conciencia nacional, el del general retirado, del Ejército de la República Dominicana, quien fue asaltado en la galería de su casa, agredido de forma brutal por un sujeto y acompañado de un segundo&#8

Entre los acontecimientos trágicos que sacuden la conciencia nacional, el del general retirado, del Ejército de la República Dominicana, quien fue asaltado en la galería de su casa, agredido de forma brutal por un sujeto y acompañado de un segundo más afortunado.

El referido militar resultó ser un soldado entrenado para guerra de contra insurgencia. El par de delincuentes, que actuaron hasta con asechanza, lograron su objetivo primario que era el de despojar a la víctima seleccionada, del arma que como alto oficial en retiro, le corresponde portar.

Mala suerte al escoger un sujeto altamente entrenado para la acción y para matar a su enemigo y que reaccionó aún fuertemente golpeado en el cráneo, acorde con los instintos exaltados en sus entrenamientos.

Los que hemos sido víctimas de esta epidemia de asaltos y atropellos, entendemos perfectamente la reacción de la víctima ante los hechos, que podrán verse desde muchos ángulos (y tomar partido) el jurídico; religioso; social y el realista, desde la óptica de una sociedad cuyo signo es el miedo, la inseguridad, el temor, la desconfianza.

Esto ha traído muchas simpatías y reacciones encontradas. Las redes sociales, además de publicar los vídeos tomados por una cámara adecuadamente situada que grabó la acción en la casa del general, también socializaron una foto del asaltante muerto, cubierto por la bandera nacional, en un brutal despropósito, confundiendo el heroísmo patrio con el “tigueraje” victimado.

La indignación, la desesperanza y el abandono, resultan el caldo de cultivo en que se cuecen los linchamientos y la justicia, en manos propias, acciones censurables pero válvulas de escape al resentimiento interno y recogidas en la literatura, por siglos. El presidente de la Suprema Corte de Justicia insta a los ciudadanos a no hacer “justicia” por sí mismos, pero es de entender que sumadas la ineficiencia selectiva de la Policía Nacional y el descrédito de la Justicia, disparan instintos primarios que bestializan al dominicano.

Las altas cifras de linchamientos ocurridos en los últimos años deben llamar a reflexión a la sociedad toda y provocar el buscar la causa raíz de ese comportamiento bestial, como tema en la agenda de todo grupo organizado, sobre todo de los que tienen alta incidencia social.

La justicia tardía, la justicia injusta y desequilibrada, el cultivo de las miserias humanas, los enormes desbalances sociales, las inequidades, la falta de oportunidades y de futuro, a más de muchas otras razones, han hecho difícil la vida diaria. Ante la inseguridad se hace más escaso el disfrute de las cosas simples.

El “hombre chivo” del Dr. Toñito Zaglul se manifiesta con insospechada fortaleza, producto de la descomposición que nos arropa y de la que no tenemos plena conciencia. Se precisa la simbiosis autoridades-sociedad en procura de buscar causas y soluciones cualesquiera que sean. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas