¿Sabes cuál es el origen del árbol de Navidad?

El árbol es el principal símbolo de esta festividad. Su significado y origen varía conforme a las diferentes culturas.

El árbol es el principal símbolo de esta festividad. Su significado y origen varía conforme a las diferentes culturas.Los primeros apuntes datan del siglo XVII en la región de Alsacia. Se tienen indicios de que en el siglo XVI en los países nórdicos se empiezan a reunir familias en torno a un árbol en la Navidad. Mientras que el día 24 del mes de diciembre era costumbre llevar a los niños a dar un paseo y a su regreso eran sorprendidos en el hogar con regalos debajo de un árbol lindamente decorado, dando inicio a las festividades en esa época del año.

En la antigüedad, entre los germanos era una convicción de que tanto la tierra como los astros pendían de un árbol gigantesco o árbol del Universo, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa en el cielo. Para celebrar el solsticio de invierno decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor.

Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa celebraban el nacimiento de Frey, dios del sol y la fertilidad, adornando un árbol de roble en la fecha próxima a la Navidad Católica.

El árbol vinculado a celebraciones paganas simboliza al árbol del Universo llamado Yggdrasil en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odin) y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos).

Con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiaron el significado.

Se dice que San Bonifacio, evangelizador de los alemanes, tomó un hacha y corto un árbol que representaba al Yggdrasil, aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor (dios del trueno en la mitología nórdica y germánica) y en su lugar plantó un pino que por ser perenne simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas representaban el pecado original y las tentaciones. Las velas, la luz de Jesucristo. Los primeros árboles navideños fueron decorados por cristianos protestantes en el siglo XVI en Alemania.

La costumbre tomó fuerza cuando la Reina Victoria de Inglaterra para celebrar la Navidad colocaba un árbol en el Palacio, decorándolo con velitas que lo hacían relucir. Mientras que las manzanas se transformaron en bolas, y las velas en bombillas. Las guirnaldas que le adornan en la actualidad representan la unión de familias y amigos.

La leyenda europea

Una leyenda surgida en Europa dice que el árbol de Navidad tuvo su origen una noche de invierno cuando un niño buscó refugio en la casa de un leñador y su esposa, quienes lo recibieron y le dieron de comer. Durante la noche, el niño se convirtió en un ángel vestido de oro. Se trataba, según la leyenda, del Niño Dios. Para recompensar la bondad de los ancianos, el niño tomó una rama de un pino y les dijo que la sembraran, prometiéndoles que cada año daría frutos. Aquel árbol dio manzanas de oro y nueces de platas.

Otros, relacionan el árbol de Navidad con el jardín del Edén, cuando el hombre vivía en armonía con Dios. Así también se relaciona al árbol de la vida y sus frutas recuerdan la gracia y dones que el hombre tenía cuando vivía en el Paraíso, y sus luces el nuevo estado paradisíaco que el amor de Cristo nos prepara.

La estrella en su tope

El árbol de Navidad, por tradición, constituye el conjunto de emociones unidas en espera de la llegada de nuestro Redentor, quien por amor viene al mundo y recobra de la humanidad, en todas las épocas, especialmente la Navidad, calidez humana y fraternidad en familia. La recreación de la estrella de Belén colocada en su tope anuncia la Natividad de Jesús.

Contrario a lo que piensan algunos, la costumbre de poner un árbol no procede del paganismo. No existe evidencia de esto. Sin embargo, los romanos celebraban el solsticio de invierno con un festival llamado saturnalia en honor a Saturno el Dios de la agricultura. Estos decoraban sus casas con plantas y luces e intercambiaban regalos. En la Edad Media, germanos y escandinavos ponían árboles perennes afuera de sus casas justo en las puertas de entrada para expresar la espera de la próxima primavera. La costumbre se expandió en todo el viejo mundo y luego a América.

En la actualidad

Nuestro moderno árbol navideño evolucionó de estas antiguas tradiciones alemanas y la costumbre, muy probablemente, llegó a Estados Unidos con los emigrantes alemanes a Pensilvania y Ohio. En la actualidad, las familias en Estados Unidos ponen el árbol de Navidad en sus hogares después del día de Thanksgiving (el cuarto jueves de noviembre) aunque el comercio lo coloca mucho antes por razones de mercadeo.

En nuestro país no hay uniformidad en la fecha de colocar el árbol en los hogares. Los más entusiastas comienzan a finales de octubre, mientras que otros esperan el primero de diciembre.

Ya a mediados de agosto el comercio en nuestro país inicia la exhibición y venta de los artículos decorativos alusivos a la temporada, adelantándose con mucho a lo que es tradición en otras tierras.

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