Santiago. A pesar de la realidad geográfica y de la advertencia de expertos, en Santiago no se ha hecho lo suficiente para orientar sobre qué hacer ante un terremoto.Muchas de las edificaciones públicas y privadas no disponen de rutas de evacuación, no poseen escaleras de emergencia y el personal de las empresas e instituciones no ha sido instruido para saber qué hacer antes, durante y después de un evento sísmico. Aunque se reconocen los avances en materia de construcción, todavía hace falta crear mayor conciencia en la población. Solo las edificaciones modernas tienen escaleras y señales con rutas de evacuación.
El geólogo Orlando Franco advierte que a pesar de los esfuerzos que se han hecho y los avances que se han logrado “no estamos tan lejos de que nos pase lo de Haití”. Agregó que “a nivel de los profesionales de la ingeniería se ha avanzado, pero hay que educar, para que la población pueda defenderse de situaciones de ese tipo, para lograr sobrellevar esta realidad como lo han hecho otras naciones”.
Un plan de acción
Francisco Arias, director regional de la Defensa Civil, aseguró que en Santiago ya han preparado más de 50 mil personas en prevención sísmica, a las que han ofrecido cursos y talleres.
Explicó que en los próximos días, junto al cuerpo de bomberos, pondrán en marcha un plan de acción y orientación dirigido a empresas y establecimientos comerciales y edificaciones que no tienen salidas de emergencia. “Es preocupante para nosotros.
Muchos de estos establecimientos no tienen rutas de evacuación y el personal no está instruido para saber qué hacer en una situación de emergencia”. Arias indicó que además se concentrarán en formar equipos de supervisión en cada supermercado, escuela, colegio, empresa y edificio.
“Lamentablemente aquí hay instituciones que someten los planos al ayuntamiento y a Obras Públicas y en los que estos salen, ya las edificaciones están hechas y se hacen sin ninguna supervisión. Hay que controlar eso, hasta que los planos estén aprobados, no se debe construir”.
Arias aseguró que en Santiago muy pocos establecimientos cuentan con planes de emergencia y algunos lo tienen poco visibles. Puso como ejemplo teatros, tiendas y supermercados.
Ante un movimiento sísmico, dijo, uno de los lugares más peligrosos son los supermercados, ya que muchos de los productos se convierten en proyectiles.
Recomendó no correr cuando la tierra tiemble, sino protegerse hasta salir a un lugar abierto.
La gente no respeta los lugares vulnerables
Orlando Franco expresó que a pesar de toda esta amenaza, la gente vive en lugares vulnerables a deslizamientos, en una estructura que nunca fue revisada o que se construyó de manera ilegal.
Dijo que su temor a la ocurrencia de un evento sísmico es el comportamiento que pueda tener la sociedad. “La gente tiene temor de algo que desconoce y para conocer tu enemigo hay que estudiarlo”, advierte el experto en simología ante las predicciones que se hacen.
