Un secreto bien guardado

Mi abuela solía decir que lo mejor para el cuidado íntimo es el jabón de cuaba. Me es imposible recordar…

Mi abuela solía decir que lo mejor para el cuidado íntimo es el jabón de cuaba. Me es imposible recordar estas palabras sin lanzar una carcajada y que conste, no dudo de la sabiduría de sus palabras. El intríngulis de este consejo, según nos hizo saber a sus nietas, es que mientras menos te complicas para mantener la higiene vaginal, mucho mejor. La voz de un especialista apoya los consejos de la abuela. En su libro Sexualidad sin tabúes, Jünter Brater deplora el uso indiscriminado de productos para el cuidado íntimo como jabones, aerosoles y toallitas. Lo cataloga como «una gran equivocación».

 En este caso, el exceso de higiene puede potenciar una infección vaginal. Ha leído bien. Hay que moderar el «vicio» de la limpieza, porque todo en abundancia hace daño. «Los lavatorios demasiado frecuentes eliminan el manto ácido protector de la piel, y así los gérmenes patógenos encuentran un terreno más favorable para invadir», describe el autor en la página 114.

 Una de las razones principales por la que la mujer se cuida mucho, es por el temor a olores indeseables. Pero el efecto es contrario cuando se abusa de dichos productos de higiene. Brater explica que con la pérdida de las bacterias que producen un ácido láctico, que es el que a su vez combate otros microorganismos, si logran penetrar, producen inflamaciones, escozor y hasta flujos anormales y el temido mal olor.

 El daño podría alcanzar grados más profundos. La ginecóloga Dasiel Mejía dice que, en el peor de los casos, estas infecciones se pueden extender a los órganos genitales internos (útero, trompas de Falopio) causando incluso hasta infertilidad.

 ¿Y cuándo tengo el período?

 En estos días no solo las hormonas se alborotan y la sensibilidad está a flor de piel. Los olores también se revelan (los íntimos) jugándote una mala pasada. Por eso se recomienda lavarse dos veces al día, como máximo, con agua y jabón; cambiarse la toalla o el tampón varias veces también, aunque esté limpio. Estar limpia te hará sentir más segura.

 

Sobre los baños vaginales…

 No necesariamente el fin justifica los medios. En el caso de los baños vaginales, usados principalmente para evitar los malos olores en dicha zona, no necesariamente deben utilizarse para dicha función, pues quizá no sea la vagina la que lo produzca, sino una transpiración excesiva por el uso de prendas muy ajustadas o interiores de fibra sintética. As lo explica Sheldon Cherry en su libro Mujer, aprende a cuidar tu salud. Importante saber, es no abusar de los lavados. Y de hacerse, debe contar con el respaldo de su médico ginecólogo.

 

Evitando infecciones…

La doctora Dasiel Mejía recomienda:

Para lavarte, usa productos que no alteren el pH vaginal (jabones o soluciones de higiene íntima).

Usa ropas intimas de algodón y colores claros. Evita el uso de protectores, (Si los usa debe cambiarlos varias veces al día); evitar el uso de tampones, así como las duchas vaginales y los desodorantes íntimos.

Acude a un especialista con regularidad. Hay algunas enfermedades vaginales que no presentan síntomas.

Curiosidades: Según el libro Problemas sexuales del hombre es uno de los órganos más limpios del cuerpo femenino, pues posee la propiedad natural de limpiarse a sí misma, a través de un proceso orgánico. 

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