Solá, la esencia de una artista que dejó huellas en el teatro

La celebración del Día Internacional de la Mujer tuvo un especial matiz desde la perspectiva del arte dominicano. Una de las glorias del teatro, ejemplo a seguir por éstas y futuras generaciones, la primerísima…

Solá, la esencia de una artista que dejó huellas en el teatro

 La celebración del Día Internacional de la Mujer tuvo un especial matiz desde la perspectiva del arte dominicano. Una de las glorias del teatro, ejemplo a seguir por éstas y futuras generaciones, la primerísima actriz Monina Solá, …

La celebración del Día Internacional de la Mujer tuvo un especial matiz desde la perspectiva del arte dominicano. 

Una de las glorias del teatro, ejemplo a seguir por éstas y futuras generaciones, la primerísima actriz Monina Solá,  recibió un reconocimiento en su casa, junto a su familia y a otros artistas que la han amado.

Ayer en la mañana, Solá le abrió las puertas de su residencia al ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, junto un gran equipo que lo acompañó para rendirle homenaje “por su incomparable trayectoria artística en el ámbito nacional e internacional, ejemplo e inspiración de varias generaciones que, tradicionalmente, aplauden su obra, es decir, su vida”. 

En la placa de reconocimiento, el Ministerio de Cultura estampó con palabras, que arrancaron alegría y aplausos en el encuentro, que la veterana actriz “es una mujer que con sus personajes a cuesta nos mostró que consolidar la cultura nacional es uno de los dramas de la dominicanidad, y el teatro, el cómplice que, desde el hito fundacional hasta nuestros días, nos acompaña en ese encomiable propósito”. 
Una dilatada carrera de éxito

El acto fue realizado en la residencia de  Solá, acompañada de sus familiares y amigos más cercanos. El reconocimiento fue encabezado por el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, en acompañía del exdirector de Bellas Artes, Franklin Domínguez, y por personalidades de la vida teatral como Lidia Ariza, Iván García y Teófilo Terrero, entre otros. 

A lo largo de su dilatada labor profesional, Solá ha dejado sus huellas en las tablas en más de 200 montajes de distintos autores, esencialmente españoles y del dominicano Franklin Domínguez, con quien ha compartido escenario durante décadas. 

Su carrera inició cuando apenas tenía 4 años de edad, debutando en una compañía de teatro de su padre, el dramaturgo y actor puertorriqueño, José Narciso Solá, que llegó al país con la compañía de Manuel Siligardi en 1922. Desde ese entonces quedó prendada de esa vocación y hasta días recientes se había mantenido sobre el escenario. 

Monina ha sido objeto de reconocimientos y homenajes, tales como la colocación de su foto en la Galería del Teatro Dominicano; fue distinguida en Mujeres de Éxito Vestidas de Esperanza, junto a otras estrellas del arte; También fue condecorada con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en 1976, con los premios El Dorado, Soberano,  ACE  y  El Talía de Plata. La sala de espectáculos del Centro Cultural Narciso González lleva su nombre. 

Una actriz polifacética desde temprana edad

A la edad de 11 años, Monina Solá comenzó a trabajar con el actor y profesor Emilio Aparicio, y realizó estudios en el Teatro de Bellas Artes. 
También tuvo una destacada participación en la radio y participó por muchos años en el cuadro de comedias de Sterling, creado y dirigido por Emilio Aparicio y su esposa, Antonia Blanco Montes. 

Monina también jugó un papel fundamental en la televisión dominicana actuando en varios programas.

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 La celebración del Día Internacional de la Mujer tuvo un especial matiz desde la perspectiva del arte dominicano.

Una de las glorias del teatro, ejemplo a seguir por éstas y futuras generaciones, la primerísima actriz Monina Solá,  recibió un reconocimiento en su casa, junto a su familia y a otros artistas que la han amado.

Ayer en la mañana, Solá le abrió las puertas de su residencia al ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, junto un gran equipo que lo acompañó para rendirle homenaje “por su incomparable trayectoria artística en el ámbito nacional e internacional, ejemplo e inspiración de varias generaciones que, tradicionalmente, aplauden su obra, es decir, su vida”.

En la placa de reconocimiento, el Ministerio de Cultura estampó con palabras, que arrancaron alegría y aplausos en el encuentro, que la veterana actriz “es una mujer que con sus personajes a cuesta nos mostró que consolidar la cultura nacional es uno de los dramas de la dominicanidad, y el teatro, el cómplice que, desde el hito fundacional hasta nuestros días, nos acompaña en ese encomiable propósito”.
Una dilatada carrera de éxito

El acto fue realizado en la residencia de  Solá, acompañada de sus familiares y amigos más cercanos. El reconocimiento fue encabezado por el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, en acompañía del exdirector de Bellas Artes, Franklin Domínguez, y por personalidades de la vida teatral como Lidia Ariza, Iván García y Teófilo Terrero, entre otros.

A lo largo de su dilatada labor profesional, Solá ha dejado sus huellas en las tablas en más de 200 montajes de distintos autores, esencialmente españoles y del dominicano Franklin Domínguez, con quien ha compartido escenario durante décadas.

Su carrera inició cuando apenas tenía 4 años de edad, debutando en una compañía de teatro de su padre, el dramaturgo y actor puertorriqueño, José Narciso Solá, que llegó al país con la compañía de Manuel Siligardi en 1922. Desde ese entonces quedó prendada de esa vocación y hasta días recientes se había mantenido sobre el escenario.

Monina ha sido objeto de reconocimientos y homenajes, tales como la colocación de su foto en la Galería del Teatro Dominicano; fue distinguida en Mujeres de Éxito Vestidas de Esperanza, junto a otras estrellas del arte; También fue condecorada con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en 1976, con los premios El Dorado, Soberano,  ACE  y  El Talía de Plata. La sala de espectáculos del Centro Cultural Narciso González lleva su nombre.

Una actriz polifacética desde temprana edad

A la edad de 11 años, Monina Solá comenzó a trabajar con el actor y profesor Emilio Aparicio, y realizó estudios en el Teatro de Bellas Artes.
También tuvo una destacada participación en la radio y participó por muchos años en el cuadro de comedias de Sterling, creado y dirigido por Emilio Aparicio y su esposa, Antonia Blanco Montes.

Monina también jugó un papel fundamental en la televisión dominicana actuando en varios programas.

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