Tres mujeres muertas dejan siete niños huérfanos

Frente a su hijo menor y sin medir consecuencias, Gilberto González, alias El Secre, asesinó a balazos a su esposa y a una amiga de esta,…

Frente a su hijo menor y sin medir consecuencias, Gilberto González, alias El Secre, asesinó a balazos a su esposa y a una amiga de esta, en un hecho ocurrido ayer en el Ensanche Luperón de esta Capital. Tras emprender la huida, el homicida se quitó la vida en el kilómetro 6 de la carretera de Samaná.

En el “barrio”, se había esparcido como pólvora la “noticia” de que, presuntamente, González estaba conviviendo con su hija de 15 años, en la misma casa dónde residía la madre de esta y sus otros dos hijos menores. Además, El Secre supuestamente, le daba golpes a su esposa Jaqueline Méndez de 39 años, para que no hablara.

Según se supo, al agresor le molestó el hecho de que la bionalista  María Xiomara Nova Mora de 52 años, amiga y vecina de su esposa, comentara la situación por lo que ayer fue a buscarla a su casa, y le pidió que vaya a la de él.
“Yo no la quería dejar salir, a Xiomara, pero cuando entré a la casa ella se fue, cuando salí a buscarla, oí los tiros. Salí corriendo y vi al hombre (El Secre) bajando, y me fui para que no me diera a mí”, dice llorando el hijo menor de la también profesora universitaria, quien presintió que el llamado de González no era para nada bueno y que algo malo pasaría.
 
Discusión

Vecinos cuentan que a tempranas horas de la mañana, en el hogar se inició una acalorada discusión, y luego sonaron los disparos. “Lo único que escuchamos fue la discusión y después los tiros, a él lo veíamos violento, pero no para llegar a tanto, porque siempre los vecinos estábamos encima de él para que no la maltratara, pero no sabíamos que iba a pasar eso tan grande. Cuando subimos estaban las dos en el piso (Jaqueline y Xiomara), y estaba su niño viéndola, yo cogí el niño y me lo llevé, fue delante de su niño chiquito que pasó todo”, comentó Adalgisa Batista, vecina y amiga de las víctimas, mientras decenas de curiosos bordeaban el edificio ubicado en la calle 2 Sur, esquina 25, para enterarse de lo ocurrido en el segundo nivel del local dónde residía la familia.   
“Amigable en la calle y una fiera en el hogar”: así describen algunos al victimario, tras señalar que jamás imaginaron que sería capaz de algo así.

“Jaqueline me dijo a mí hace 15 días, que él estaba viviéndole la hija, Xiomara parece que cogió eso y lo regó en el barrio. Él se quedó con la hija trabajando en el colmado de su hermano como administrador, él llamó a Xiomara para interrogarla, y ahí fue que inició la situación”, manifestó un morador del sector que prefirió no identificarse. El colmado está en el primer piso del edificio, donde residía la víctima.

Según se supo, la menor de 15 años, no presenció el hecho, porque su padre la llevó al colegio y luego retornó a la casa, para consumar la matanza.

Una amiga de la familia lamentó que ellos jamás hicieran nada para solucionar la situación. Tras la tragedia los tres niños de Jaqueline y El Secre, quedaron huérfanos y los tres de Xiomara, sin madre. Ambas familias estaban emparentadas porque el exesposo de Xiomara es primo hermano del homicida-suicida.

Procurador deplora casos

El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, deploró ayer los hechos de violencia intrafamiliar y de género que están ocurriendo en el país, acciones que afirmó, obligan a reenfocar las estrategias y las políticas de prevención para enfrentar el problema.

“El mensaje que nos están dando los hechos es que la estrategia en materia de violencia de género tiene que ser rearticulada y tendrá que ser asumida por todos los sectores de la sociedad, como número uno, empezando por los niños en la escuela, la familia, las juntas de vecino, las  iglesias, las instituciones públicas y privadas, los  medios de comunicación”, dijo.

Agregó que la sociedad está viviendo una situación “bastante compleja” que se va complicando con hechos todavía muchos más graves, más primitivos, sanguinarios, y más al margen de la civilidad.

Admitió que hay fallas en el sistema, y que debe haber una movilización social, que se debe reflexionar como sociedad y ver cómo se están educando los hijos. “¿Por qué alguien mata a su pareja y luego se suicida, qué pasa con el respeto, qué pasa con nuestros jóvenes, qué pasa con nuestros muchachos, cómo estamos educando?”, reflexionó Domínguez Brito.

La mujer nunca puso denuncia en la Fiscalía

Pese a que los moradores del lugar comentan que las agresiones de Gónzalez contra su mujer no eran raras, ella nunca puso una denuncia por los maltratos en su contra, según confirmó el coordinador de las Fiscalías Barriales, Adolfo Félix.

“Los informes preliminares señalan que no había ningún tipo de denuncia en la Fiscalía de Capotillo, que es la que corresponde a esta área, cualquier otra cosa que se opine sería una especulación“, manifestó el funcionario al presentarse al lugar de los hechos.

Las autoridades siempre llaman a las mujeres a denunciar las agresiones para que no terminen en hechos que lamentar.

Dos muertes más en San Pedro de Macorís

La muerte del reconocido ortopedista y su esposa, también médico, cuyos cadáveres fueron encontrados en el interior de su vivienda al lado de su hija de cinco años, en el barrio Los Maestros en San Pedro de Macorís, ha consternado a los habitantes de esa localidad. El departamento de homicidios y representantes del Ministerio Público, investigan las circunstancias que rodearon los hechos para establecer por qué desencadenó en tragedia.

El cadáver del doctor Nicolás Fondeur, de 47 años, fue encontrado encima de la cama de su habitación con un disparo en la cabeza, mientras que el de su esposa Liquenia Villa, de 35 años, tenía uno en la cara y estaba en el piso. El reconocido médico laboraba como especialista en el hospital doctor Antonio Musa y en el hospital Oncológico de la UCE. Liquenia, de nacionalidad cubana, era miembro de la Iglesia de la Cristianización. En la triste escena, su hija de cinco años esperaba junto a su perrito en el interior de la casa, impactada por lo ocurrido.

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