NUEVA YORK. Julio César Chávez y Sergio Martínez, la madrugada del pasado domingo –en fiero combate montado en el moderno coliseo Thomas and Marck Center de Las Vegas- demostraron, como lo narré en la crónica que escribí para este diario, que pertenecen a la élite del boxeo moderno.
El pugilista argentino, al ganar en buena la sangrienta reyerta, ahora es doble monarca mediano. Porque además de titularse monarca de regla, oficial, también revalidó el cetro Diamante que igualmente cuenta con el aval del CMB.
Contrario a todo lo que ocurrió –fuera del cuadrilátero-semanas antes de la pelea, recordemos que hubo guerra de insultos, ahora ambos estelares púgiles han mostrado respeto. ¡Respeto mutuo!
Martínez, quien sin dudas dio una exhibición de boxeo, reconoce que su joven rival no es un boxeador del montón, como lo había calificado.
Aunque obtuvo una clara victoria, por amplia decisión unánime, el eficiente boxeador argentino sobrevivió a un infierno que le llegó cuando apenas faltaban unos 35 segundos para terminar la pelea… ¡fue un 12avo round del que Martínez nunca querrás recordar!
Lo expuse en la columna del martes: A Martínez lo salvó el tiempo!
JC Chávez, en el clímax del combate, enseñó lo que muchos esperaban que hiciera en el intermedio de la pelea: Agresividad, bravura y anestesiante pegada.
Con su explosiva pegada, en el round 12, mandó al piso a Martínez quien –para no ser humillado- se auxilió de su experiencia, capacidad y sobre todo de las excelentes condiciones físicas.
En el 2013 volverán
JC Chávez, con su duro ataque en el último round, en el que tuvo al borde del nocaut a Martínez, convenció a sus críticos.
Les demostró que es un gran peleador, que la conquista del título mediano –que defendió cuatro veces- no fue una casualidad.
Entonces, con esa labor prácticamente ha obligado al promotor Bob Arum a que se monte, en marzo de 2013, otra pelea.
¡A la revancha!
