Al alcalde de Santiago le están poniendo el merenguito Váyase en paz, de Rafael Solano, en algunas de sus apariciones públicas. Resulta que Gilberto Serulle parece haber concluido su carrera política en la alcaldía de la Hidalga de los 30 Caballeros, ya que aunque se marchó disgustado del PLD y fue electo en la boleta del PRD, no cuenta con respaldo orgánico de ninguna de esas dos organizaciones. Y del PRSC ni se diga, al extremo de que le acaban de doblar el pulso con la elección del bufete directivo de la Sala Capitular. Gilberto está virtualmente solo, sin apoyo partidario, y en un país donde el sistema de partidos, aún con el descrédito local, se impone, le será muy difícil seguir adelante. Me dicen que uno de los archiadversarios del ejecutivo municipal santiagués está preparando una discolight que no le perderá pie ni pisada al alcalde repitiendo en alto volumen las estrofas de Váyase en paz. Mientras, Serulle es considerado un rosca izquierda de primer orden, razón que se estima ha sido la causa de que todos se le alejen, incluyendo a sus relacionistas. ¡Ay ñeñe…!
Marinos parking
En este país nuestro de cada día, la gente se la busca de mil maneras y casi no hay parámetros para la búsqueda. Con decirles que el pasado fin de semana hubo un evento artístico masivo en la zona de Sans Soucí donde los militares que prestan servicios de guardia en las instalaciones de la Marina de Guerra en las inmediaciones se las ingeniaron e hicieron su agosto cediendo áreas del recinto para el parqueo de los que acudieron al espectáculo por la módica suma de entre RD$100 y RD$300, según el modelo y apariencia del vehículo, con buscones y “recibos” incluidos, entregados a los conductores por los propios marinos y con el agregado de la frasecita: “Jefe: no se preocupe que de cuidar su carro nos encargamos nosotros”. ¿Y dónde estaban los superiores de esos uniformados para imponer la disciplina?, pregunta un amigo que dejó 2 papeletas de RD$100 en manos de un sargento al concluir el evento…
