Felipe González: “La democracia no garantiza un buen gobierno, pero sí echarlo cuando no gusta”

Felipe González: “La democracia no garantiza un buen gobierno, pero sí echarlo cuando no gusta”
Felipe González: “La democracia no garantiza un buen gobierno, pero sí echarlo cuando no gusta”

Con una contundente exhortación a la República Dominicana de que siga cuidando la resiliencia que, a su juicio, exhibe institucionalmente por recuperarse en los más fuertes tiempos de crisis, se pronunció este jueves el expresidente del gobierno de España Felipe González, durante una charla-conversatorio en la Universidad Iberoamericana (Unibe) de esta capital.

Al reflexionar sobre la actual crisis democrática y de partidos que hay en la región en el marco de su ponencia “Retos de la democracia y gobernanza en un mundo global”, González argumentó que lo que más preocupa de todo esto es la debilidad institucional, que ha hecho, que la democracia se debilite en algunos países.

“Cuando uno de los partidos que compone la alternancia entra en crisis, contagiará al otro y como las instituciones no son resilientes, no son fuertes, se pondrá en peligro la totalidad del sistema. Las instituciones tienen que ser fuertes porque tienen que aguantar turbulencias que a veces se llevan por delante a un partido o a tres. En la crisis de los partidos lo que me preocupa es la debilidad institucional”, sostuvo durante el conversatorio que fue moderado por el exembajador dominicano en España, Olivo Rodríguez Huerta.

“La partidocracia es una democracia que puede ser fuerte y a la vez frágil, defectuosa porque si fallan los partidos y no hay instituciones sólidas, se pueden llevar por delante el sistema”, agregó el veterano político en respuesta a varias preguntas formuladas por Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente de la Finjus; Cristóbal Rodríguez, constitucionalista y profesor de Unibe y de Wilfredo Lozano, presidente del Instituto Nacional de Migración, quienes estuvieron en la actividad como invitados.

Durante su ponencia, el expresidente del gobierno español, quien el pasado miércoles recibió del presidente Luis Abinader la nacionalidad dominicana a título de naturalización privilegiada, señaló que el deterioro de los partidos políticos es poco discutible y existe, porque hay una crisis real de ellos, al igual que en los medios de comunicación de masas.

“Es poco discutible el deterioro de representación, el deterioro del compromiso, etcétera. Hay un repunte, pero el deterioro existe (…). Pero hay una crítica que no deben tomar en cuenta y es que los partidos políticos, históricamente con capacidad mayoritaria, han perdido la vocación de mayoría, porque dirigirse a la mayoría es dirigirse a un público en el que hay intereses contrapuestos. Por tanto, tienen que dirigirse a la gente de manera moderada, bien explicada, que se entienda”, recomendó.

Preservar la democracia es la tarea política

Haciendo uso de su vasta experiencia y captando la atención de todos los dirigentes políticos dominicanos, miembros de la sociedad civil, empresarios y demás personas que acudieron a la charla, Felipe González compartió que mucha gente lo ha escuchado decir que “la democracia no garantiza el buen gobierno, pero garantiza  algo muy importante, que es poder echarlo cuando no nos gusta, eso es lo que garantiza”.

“Como no nos gusta que no echen, a largo plazo tratamos de mejorar nuestras prestaciones para que no nos echen. Eso no ocurre con los autoritarismos. Esta vocación que hay  de los somozas de América Latina y de los nuevos trujillismos, de perpetuidad de “de aquí no me mueve nadie, yo soy el pueblo, yo abro el nombre del pueblo”, es lo que hay y por eso hay que preservar la democracia”, dijo.

Para Felipe González, la tarea política, es una tarea, en cierto modo, inhumana y para reformar ese argumento puso como ejemplo la agricultura que definió como el vínculo con la tierra y la dimensión más humana de los seres, de los hombres, en su relación con todo, hasta con la producción de bienes.

“Porque como uno siembra, como decimos en mi tierra, en una tomatera, la tomatera crece, se recoge el fruto, se arranca la tomatera, pero uno ve el fruto acabado de su tarea y esa satisfacción es la que le da tranquilidad, serenidad al ser humano, pero la tarea política es, por definición, una tarea siempre inacabada. Has conquistado un nuevo horizonte, pero ese nuevo horizonte no puede dar la complacencia de decir que ya lo hice, no es verdad, ese abre nuevas expectativas, nuevos desafíos que tienes que seguir recogiendo”, explicó.

Apuntó que si los dirigentes políticos vieran esto con humildad, cuando acaben su mandato sólo se deberían preguntar con una cosa: “Desde el momento en que me eligieron para gobernar hasta el momento en que salí del gobierno, ojalá porque perdí las elecciones o porque acaba el periodo constitucionalmente establecido, entre esos dos momentos, ¿he contribuido a mejorar las condiciones de vidas de mis conciudadanos? Si la respuesta es sí, lo único que he pedido es que el que venga, pueda decir lo mismo cuando acabe, porque es una acumulación al ritmo del ser humano que de verdad el ser humano va andando”.

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