Es tiempo de presupuestar. El calendario para diseñar el principal instrumento de política fiscal está en marcha. El Gobierno ya tiene un borrador preliminar de lo que sería en términos macro el proyecto de Presupuesto General del Estado 2019.
La tarea de aquí al 31 de octubre, fecha en la cual deberá estar lista la propuesta, es afinar los detalles del proyecto. El Ministerio de Hacienda presentó en junio pasado al presidente Danilo Medina un documento que recoge la política presupuestaria para el sector público no financiero, un legajo que provisionalmente cita los parámetros del monto de los ingresos esperados y de los gastos proyectados para el próximo año, un período preelectoral que trae la novedad de que las primarias de los partidos estarán bajo el control de la Junta Central Electoral.
El esbozo preliminar refleja, a grandes rasgos, una propuesta hasta cierto punto conservadora y con tendencia a disminuir el ya cotidiano déficit fiscal que ha acompañado a todos los presupuestos de los últimos tiempos.
En términos de ingresos fiscales, el Gobierno proyecta recibir para el 2019 unos RD$673,297.9 millones. Si se cumplen esas proyecciones, sería un nivel de ingresos equivalente al 15.6% del PIB.
Las estimaciones sugieren que los ingresos del 2019 serían mayor en un 11.7% a los proyectados para el año en curso, y los gastos crecerían en 6.4%, y su equivalencia será de un 17% del PIB.
La correlación gastos e ingresos refleja que seguirá el escenario deficitario, pues una proyección de ingresos equivalente al 15.6% de la producción nacional y un gasto con una ponderación de un 17% indica que todavía habrá que seguir dependiendo del financiamiento, interno y externo, para completar el volumen de recursos que necesita el Presupuesto Público. La propuesta preliminar de políticas presupuestarias refleja que no hay intención del Gobierno en involucrarse en una reforma fiscal. Sí expresa taxativamente que el Gobierno aplicará para el 2019 medidas administrativas que incrementarán las recaudaciones de algunos impuestos, corrigiendo distorsiones que dan lugar a la evasión y elusión tributaria.
Sus razones tendrá el Gobierno para volver a posponer la discusión de una reforma fiscal, una decisión que tarde o temprano tendrá que tomar.
