Caos en el mundo
Señor director: El mundo se ha vuelto caótico en todo sentido: Ya no hay valores morales, se perdió la dignidad, la convivencia pacífica, la honestidad, el sentido de justicia y equidad, la compasión. Nada causa estupor, excepto cuando son casos que llegan a tener difusión mediática y los ánimos se crispan, condenando o sentenciando a los perpetradores de masacres, homicidios u otros delitos conexos. También se anuncian capturas y medidas de prevención sancionatorias ejemplarizantes. Pero hablando de forma realista, ¿podrá regulación alguna poner fin a que el corazón y los deseos humanos egoístas cambien con las leyes? Está por verse. Lo que sí es cierto es que la violencia en todas sus modalidades corroe la sociedad latinoamericana. Centroamérica es un hervidero de violencia cruda y descarnada exacerbada por las pandillas y el narcotráfico existentes en esa región. ¿Qué esperanza queda? La Biblia ya decía que estos tiempos estarían caracterizados por algunos perfiles del comportamiento humano: 2Timoteo 3:1-5. Allí, claramente dice que vivimos en el tiempo del fin, donde Dios acabará con la maldad y dará paso a lo que la Biblia llama el Reino de Dios. Proverbios 2:20-22, Salmos 37:9-11,29. Para más información, visite jw.org.
César Cabezas
Ciudadano
Igualdad para todos
Señor director: Desconocer la libertad en materia sindical es actuar con mezquindades en República Dominicana, aunque falta mucho para continuar fortaleciendo el sistema democrático que vive el país en los últimos tiempos.
Hay que destacar, señor director, que en el país existen más de cinco centrales sindicales, que son las que con todas dificultades han defendido las clases más necesitadas de la nación.
Nos referimos a las siguientes centrales sindicales: Central Nacional de Unidad Sindical (CNUS), que dirige Rafael Pepe Abreu; la Confederación de Trabajadores Unitaria ( CTU), de ésta está al frente el secretario general, Francisco Ramírez; la Confederación Autónoma Sindical Clasista ( CASC), la dirige Gabriel del Río Doñé; la Central Nacional Trabajadores Dominicanos (CNTD), la dirige Jacobo Rosario; la Central Unitaria de Trabajadores( CUT), entre otras.
Decir, además, que durante las negociaciones que llevan a cabo el eficiente ministro de Trabajo, Monchi Fadul, y los empresarios, con la finalidad de modificar el actual Código de Trabajo, no ha habido una participación activa ni de las mayorías de las centrales, ni los importantes medios de comunicación social.
Creemos que deben ser escuchadas todas las centrales sindicales en la discusión de la reforma al Código de Trabajo, a los fines de beneficiar a las clases trabajadoras más necesitadas de la nación.
Consideramos que se debe respetar el mandato constitucional del 13 de junio de 2015, donde exista la libertad sindical y la negociación colectiva, sin discriminación ni privilegio.
Sebastián Solís
Ciudadano
