El dato ofrecido por la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) de que en lo que va de año el costo de generación de electricidad ha bajado en un 40 por ciento, es una noticia altamente positiva pero incompleta.
Es buena porque implica que el sistema de producción eléctrica, por el cambio en su matriz de generación, se está haciendo eficiente, ahorrando costos en la macro economía. Pero es incompleta porque esa reducción no ha llegado a los consumidores finales de electricidad. Se ha quedado en las relaciones entre los productores y los distribuidores, estos últimos, las tres empresas distribuidoras conocidas como las Edes.
Lo que fue un objetivo a mediano plazo de las pasadas autoridades del sector energético, bajar el costo de generación mediante la incorporación de combustibles diferentes a los derivados de petróleo, ya tiene resultados medibles, asumiendo las estadísticas que ofreció la semana pasada la ADIE, que dieron cuenta que el costo de generación del kilovatio hora se ha situado por debajo de los ocho centavos de dólar.
Es una rebaja que alivia la situación financiera de las empresas distribuidoras y que los consumidores, sean residenciales o comerciales, esperan ser también beneficiados para salir de un costo que ha sido considerado como el más alto de la región para el servicio eléctrico. Y es producto del cambio de la matriz de generación, donde ya el gas natural y el carbón mineral representan en conjunto más del 70%.
Pero parece que la alegría por ese cambio de matriz tardará todavía un tiempecito más en llegar a los consumidores o usuarios finales de la electricidad. La Superintendencia de Electricidad (SIE), que es el órgano regulador autorizado a establecer las tarifas para los usuarios, está esperando una decisión del Pacto Eléctrico sobre el tema de la “tarifa técnica”, que es la que recoge y asume todos los costos de generación del sistema. Y la tarifa técnica fue uno de los aspectos discutidos en la ronda de análisis en el Consejo Económico y Social que concluyó con una propuesta que debió ser firmada en el 2018, pero que quedó trunco por objeciones de algunos de los sectores participantes.
Ahora que el Pacto Eléctrico ha sido reactivado, lo ideal es que se dé la anhelada rebaja de la tarifa eléctrica.
