El Duarte nacional sale del país hacia Barcelona en el 1827, con 15 años de edad, por disposición paterna, vía Estados Unidos, Inglaterra y Francia, a estudiar derecho, filosofía y ciencias. En Francia capta la esencia del movimiento revolucionario en gestación. En Barcelona, específicamente, perfila su concepto político entre las influencias del Romanticismo, el Liberalismo, el Nacionalismo y el Socialismo utópico, y se forja un ideario político-social liberal, basado en el institucionalismo y la democracia. Regresa en el año 1832, con cerca de 20 años y en el 1838 funda la sociedad secreta La Trinitaria, similar a los Carbonarios europeos, y cuyo juramento expresa, “…implantar una República libre soberana e independiente de toda dominación extranjera”. Dios Patria y Libertad eran las señas de independencia.

Los haitianos vinieron al territorio del este, con ánimos de eternizarse, Jerome Maximilien Borgella, primer hombre fuerte de la dominación haitiana, hizo vida social y fundó la Logia Constante Unión No. 8, en el 1922. Charles Riviere-Herard, heredero del poder haitiano, llega a Santo Domingo en el ‘43 con ánimos bien definidos en sus planes y persigue a Duarte y otros complotados obligándolos a embarcarse hacia Venezuela y Curazao, donde redacta su proyecto de Constitución. Consagrada la gesta de febrero del ´44, regresa al país. teniendo 31 años de edad. Choca con los afanes colonialistas e ideas del protectorado de Francia que concebían Tomás Bobadilla, ideólogo de la persecución familiar y Pedro Santana, su ejecutor en el poder. Mella impulsa un movimiento para hacerlo presidente de la Junta Gubernativa y ese honor es condicionado por Duarte a una imposible consulta electoral mostrando su carácter eminentemente romántico. Hecho prisionero en Puerto Plata y trasladado a Santo Domingo, triunfan las maquinaciones colonialistas y 5 meses después de su retorno al país, es declarado Traidor a la Patria y expulsado hacia Hamburgo, Alemania junto a otros. “El 19 de marzo, la madre y el resto de su familia, salieron expulsados del país, habiendo vendido todos los bienes, hasta la casa heredada de su padre, y se embarcaron llegando al puerto de La Guaira, en Venezuela. El 6 de abril de 1845, Duarte abrazó a su idolatrada madre y demás familiares y emocionado, les dijo: “Perdonadme el haberlos privado de la felicidad que gozaban para sumergirles en un mar de lágrimas”, 20 años después de la independencia nacional, retorna por Montecristi para unirse al movimiento restaurador, y por aparentes presiones de España, es enviado a una misión en Venezuela, que termina con la propia Restauración, donde fallece el 15 de julio del 1876, a los 63 años.

En 1884, por disposición de Ulises Hereaux (Lilís), se trasladan los restos del primer dominicano, para honra eterna en la patria a la que consagró su vida y el martirio familiar, que con extremo dolor forjó la medula de esta nación.

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