Me los imagino callados a la hora de compartir la mesa. Me los imagino en silencio en el duro insomnio de estas madrugadas. Me los imagino nerviosos al iniciar cada día cargado de pésimas noticias. Me los imagino en silencio al emprender el dia fuera de la casa, huidizos de la gente, temerosos de que alguien les vocee insultos en plena calle. Me los imagino angustiados por la posibilidad, casi inminente, de comparecer por lo menos como testigos a un tribunal de primera instancia…(No me imagino de otra manera a Candy y Danilo, que seguramente consideran ironía de mal gusto el que alguien les desee feliz Navidad y próspero año nuevo).

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