“No hay tiempo de retroceder. Habremos de ser libres o morir, es la consigna. ¡Viva la República Dominicana!”.
Mella, Matías Ramón

La noche del 27 de Febrero del año 1844 marcó un antes y después en la historia de nuestro país. Ese día, a las 11 de la noche, un grupo de valientes patriotas salieron a las calles dispuestos a enfrentarse ante el enemigo haitiano que mantenía cautivo de libertad a los dominicanos durante 22 años. Esa noche los patriotas encabezados por el general Matías Ramón Mella, se dirigieron a la puerta de la misericordia, denominada en principio “Puerta de Santiago” o “Puerta Grande”, y desde allí fue disparado por el mismo Mella, el “trabucazo” que dio pie a la revuelta por la independencia dominicana.

En el lugar se especula que había presente cerca de 200 personas que posteriormente se movilizarían hacia la Puerta del Conde, donde se asentaron y finalmente proclamaron el Estado Dominicano.

Antecedentes

La población dominicana que se concentraba en la parte oriental de la isla La Hispaniola sufrió años de martirio y abusos por parte de los invasores haitianos que pasaron a esta parte de la isla en el 1822 dirigidos por el dictador y militar haitiano Jean Pierre Boyer, que instauró un régimen de represión por más de 20 años.

Al ser testigos de tanto maltrato por partes de los haitianos, la población dominicana, específicamente el sector más joven, comenzó a idear estrategias para sacar al invasor haitiano de nuestro territorio. Personas como Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco Del Rosario Sánchez, se encargaron de inculcar en la sociedad de la época los ideales independentistas necesarios para unir fuerzas y levantarse en contra del jugo opresor de Boyer.

La juventud dominicana se comenzó a reunir de manera clandestina para compartir y fortalecer sus ideales de libertad, el movimiento más importante de esa índole, fue la creación de la Sociedad Secreta “La Trinitaria”, fundada por Juan Pablo Duarte en el año 1838, con el propósito primordial de lograr la independencia de la parte del Este de la isla de Santo Domingo.

La sociedad secreta recibe el nombre de la “La Trinitaria”, en honor a la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), y sus miembros fundadores fueron: el joven comerciante Duarte, y sus amigos Pedro A. Pina, Jacinto de la Concha, José María Serra, Juan N. Ravelo, Felipe Alfau, Félix Mª Ruiz, Benito González y Juan Isidro Pérez.

Participación Femenina

La mujer también jugó un papel importante durante el proceso de proclamación de nuestra independencia, arriesgando su integridad física sin temor alguno, con el único propósito de poder ser libre como una paloma blanca en un árbol. Entre las mujeres más destacadas durante la revuelta independentista podemos mencionar a:

María Trinidad Sánchez

Activista dominicana, quien junto a Concepción Bona confeccionó la primera bandera dominicana. Participó activamente en todo el proceso independentista, a tal punto que en momentos decisivos llegó a transportar pólvora en sus propias faldas y a elaborar cientos de los cartuchos que utilizaron Los Trinitarios la noche en que fue proclamada nuestra independencia.

María Baltasara de los Reyes

Estuvo presente en la proclamación de la República en la madrugada del 27 de febrero con fusil en mano, y puso su casa como refugio para que el patricio Juan Pablo Duarte se escondiera hasta salir para el exterior.

Ana Valverde

Nacida en Santiago. Ella y su familia se opusieron a la ocupación haitiana prestando notables servicios al movimiento independentista de 1844. Inmediatamente después de la proclamación del 27 de febrero, como se especulaba un ataque haitiano, Ana se dedicó a recabar fondos para reconstruir los muros de la ciudad de Santo Domingo.

Concepción Bona y Hernández

Joven y distinguida educadora que desde temprana edad manifestó su ardiente espíritu liberalista, Bona junto a María Trinidad Sánchez fueron las responsables de la confección de la primera bandera dominicana.

La Noche del 27 de Febrero

Hartos del abusivo régimen haitiano, la noche del 27 de febrero del 1844 los ¨Trinitarios¨ se lanzaron a las calles con el propósito de ser libres o morir en el intento. Todo se planeó para aquella noche, luego de varias reuniones en la morada del prócer Francisco del Rosario Sánchez, quien actuaba como jefe en ausencia de Duarte para llevar a efecto el plan que conseguiría nuestra independencia nacional.

El escenario testigo del acontecimiento fue la Puerta de la Misericordia, donde alrededor de las once de la noche, Matías Ramon Mella hizo sonar su trabuco, iluminando con las llamas a los rostros presentes, y al mismo tiempo dando a conocer al mundo entero el nacimiento de una nueva república. Nuestra Bella y Amada República Dominicana.

Posted in CulturaEtiquetas

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas