Los editoriales de los principales medios impresos de ese año señalaron el mensaje presidencial como franco, valiente y esclarecedor

Continuamos en esta semana con la segunda entrega de esta serie de trabajos sobre los discursos presidenciales de rendición de cuentas de los pasados gobiernos de la República Dominicana, en esta ocasión, presentamos la alocución de Joaquín Balaguer efectuada en el Congreso Nacional el 27 de febrero 1967.

Pero antes, conozcamos cómo fue su ascenso al poder.

Campaña electoral y comicios presidenciales de junio 1966

La campaña electoral quedó oficialmente abierta el primero de marzo de 1966 por el presidente de la Junta Central Electoral, licenciado Ángel Liz, quien permaneció en ese cargo por diez años hasta el momento de su muerte. Los partidos políticos que participaron en esa contienda electoral fueron, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), representado por Juan Bosch, candidato a la presidencia y Antonio Guzmán Fernández, como compañero de boleta.

También participó, el Partido Reformista, quien había escogido a Joaquín Balaguer como postulante a Presidente y a Francisco Augusto Lora como vicepresidente. Por otro lado, estaba la tercera fuerza política del país, el Movimiento de Integración Nacional, que también competía por el cargo y tenía como candidato presidencial a Rafael F. Bonnelly, quien fue respaldado por un grupo de partidos pequeños.

Los medios de comunicación de la época reseñan que los comicios presidenciales se realizaron el 1 de junio de 1966, con la presencia de un numeroso grupo de observadores.

Balaguer resulta ganador

Resultó como ganador el candidato presidencial del Partido Reformista, Joaquín Balaguer junto a su compañero de boleta, el doctor Francisco Augusto Lora, frente a su contrincante el profesor Juan Bosch, candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Asamblea juramenta a Balaguer y Lora

Balaguer y Lora fueron juramentados el 1 de julio de 1966 como Presidente y Vicepresidente de la República, respectivamente. Balaguer tenía en ese entonces, 58 años de edad. En esa toma de posesión asistieron personalidades políticas de países extranjeros, tales como el vicepresidente de los Estados Unidos, Hubert Humphrey. Vino además, a la juramentación, Lincoln Gordon, secretario de Estado de Estados Unidos, Asistente para Asuntos Interamericanos, Bourke Blakemore Hickenlooper, senador por el Estado de Iowa; Hale Boggs, representante por el segundo distrito del estado de Luisiana y Cornelius E. Gallagher, representante por el distrito número 13 del Estado de New Jersey.
También, asistió monseñor Enmanuele Clarizio, decano del Cuerpo Diplomático; José A. Mora, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y Guillermo Sevilla Sacasa, presidente de la Décima Reunión de Consulta de Cancilleres.

De igual forma asistieron a la toma de posesión del nuevo gobierno, una delegación de Haití, integrada por Andrieu Reymond, subsecretario de Relaciones Exteriores y embajador extraordinario y plenipotenciario en misión especial. También, Louis Gaint L., presidente de la Cámara de Diputados; Robert Theard, ministro consejero de la embajada haitiana en Washington y Ricardina Botello de Theard.

Asistió, además el secretario de Estado de Puerto Rico, Carlos Lastre, en representación del gobernador de la isla, y le acompañó su hija, Amir Lastre, y Ángel Calderón, secretario auxiliar de Estado a cargo de las Relaciones Exteriores.
Discurso de rendición de cuentas 27 de febrero 1967
A continuación copiamos algunos párrafos textuales del discurso del presidente Balaguer:

“En cumplimiento de lo que dispone el Artículo 55, Ordinal 22 de la Constitución de la República, tengo a honra depositar ante el Congreso Nacional el mensaje y las memorias de los Secretarios de Estado correspondientes a los seis primeros meses del gobierno que inició el primero de junio de 1966”.

“El gobierno, en ocho meses de ejercicio, ha reducido la deuda pública en RD$3, 474,453.49, incluyendo amortizaciones, pago de intereses y honorarios por concepto de empréstitos suscritos desde 1962 hasta la fecha”.

“En el político, el principal empeño del gobierno ha consistido en fortalecer el mantenimiento de un clima de convivencia nacional y en disminuir las tensiones creadas por antagonismos partidaristas, por los odio engendrados por la guerra civil y por las ambiciones que se agitan cada día con más fuerza en el seno de los distintos partidos en que se halla dividida la opinión del pueblo dominicano”.

“Son muchas las críticas en su mayor parte injustas o excesivas, que se han hecho al gobierno desde las tribunas de los partidos de oposición, dominados en su mayor parte por el pensamiento revolucionario o por el radicalismo de las ultimas generaciones”.

“Creo que lo he demostrado desde 1961 hasta la fecha, que el abuso de la libertad de la palabra es un boomerang que se vuelve contra los mismos que manejan sin moderación y sin el más elemental sentido común esa arma de dos filos”.

“En el campo de la Educación, por otra parte, reconocemos que es poco lo que ha hecho el gobierno heredero de una Hacienda en bancarrota y es un país social y políticamente dividido por odios estratificados y por rencores cavernarios”.

“Nada sería más grato para quien habla que conducir al gobierno sobre un mar de aceite, y disponer no solo de colaboradores idóneos sino también de opositores honrados; pero nuestros compatriotas, por desgracia, no son todos, como casi todos se pintan, corderos inofensivos, ni la política nacional es, como pretenden muchos de los corifeos de la oposición, un nido de palomas sino más bien un hoyo de cacatas”.

“Sin orden y sin paz ningún país puede aspirar a su integral desarrollo ni al bienestar colectivo de sus habitantes, por tratarse de metas que no es posible lograr dentro de un ambiente donde el tumulto y el desorden, en vez de la ley, sean los instrumentos favoritos para la defensa y protección de alegados y a veces hipotéticos derechos ciudadanos”.

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