La keratina es una proteína naturalmente presente en nuestro cabello que brinda resistencia, elasticidad y brillo. Con el tiempo, y debido a factores externos como el sol, la contaminación, tintes y el uso excesivo de herramientas de calor, nuestro cabello puede perder esta proteína esencial.
Como resultado, aparecen problemas como sequedad, frizz, falta de volumen y puntas abiertas. Afortunadamente, existen soluciones naturales para restaurar la salud y el brillo de tu melena.
En este artículo, te presentamos una receta de keratina casera para reparar esos daños y lograr un liso impecable sin necesidad de productos químicos ni planchas.
Preparación de la Keratina Casera
Ingredientes:
- 1 taza de agua destilada
- 2 cucharadas de gelatina sin sabor
- 2 cucharadas de aceite de coco virgen
- 1 cucharada de vinagre de manzana
- 5 gotas de aceite esencial de lavanda (opcional, para aroma)
Instrucciones:
1. Preparación de la base: En un recipiente, calienta la taza de agua destilada sin llegar a hervir. Una vez caliente, retira del fuego.
2. Gelatina: Añade la gelatina sin sabor al agua caliente y remueve constantemente hasta que esté completamente disuelta. Esta gelatina aportará una textura similar a la de los tratamientos de keratina comerciales y ayudará a fortalecer el cabello.
3. Aceite de coco: Una vez que la gelatina esté completamente disuelta, añade las dos cucharadas de aceite de coco. Este aceite es conocido por sus propiedades hidratantes y nutritivas que benefician el cuero cabelludo y el cabello.
4. Vinagre de manzana: Añade la cucharada de vinagre de manzana. Este ingrediente actuará como un acondicionador natural, sellando la cutícula del cabello y proporcionando brillo.
5. Aceite esencial: Si decides utilizar el aceite esencial de lavanda, añade las gotas en este momento. Esto le dará a tu tratamiento un aroma agradable y relajante.
6. Mezcla bien: Revuelve la mezcla hasta que todos los ingredientes estén perfectamente combinados.
Aplicación:
1. Limpieza: Lava tu cabello con tu champú habitual y sécalo con una toalla hasta que esté húmedo.
2. Aplicación del tratamiento: Divide el cabello en secciones y aplica la mezcla de keratina casera desde las raíces hasta las puntas, asegurándote de cubrir todo el cabello.
3. Masaje: Masajea suavemente tu cuero cabelludo y el cabello para que el tratamiento penetre profundamente.
4. Tiempo de espera: Cubre tu cabello con un gorro de baño o una bolsa de plástico y deja actuar el tratamiento durante 30 minutos.
5. Enjuague: Pasado el tiempo de espera, enjuaga el cabello con abundante agua tibia y finaliza con tu acondicionador habitual.
6. Secado: Deja que tu cabello se seque al aire libre o usa un secador a temperatura media.
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Tras la aplicación de este tratamiento de keratina casera, notarás que tu cabello está más suave, brillante y manejable. El frizz disminuirá significativamente y las puntas abiertas se verán menos evidentes.
Lo mejor de todo es que has logrado estos resultados sin la necesidad de químicos dañinos ni herramientas de calor.
Recuerda que, como todo tratamiento natural, los resultados pueden variar según el tipo de cabello y su condición. Es recomendable aplicar este tratamiento una vez por semana o cada quince días, según las necesidades de tu melena. Con constancia y cuidado, ¡tu cabello lucirá más saludable que nunca!