Una gran preocupación crece sobre Miss Universo, pues no todo parece ir tan brillante como su corona. Nuevos informes indican que los números del certamen no están siendo los esperados. Todo a raíz de que no han llegado nuevos inversionistas ni patrocinadores para sostener una edición más del concurso.
El año pasado, la empresaria tailandesa trans Anne Jakrajutatip (44 años) se puso al frente de la edición número 71 de este certamen que ganó la estadounidense R’Bonney Gabriel (28 años). Pese a que la favorita de la gala era la venezolana Amanda Dudamel, quien quedó como virreina.
Aunque no se han confirmado las malas cifras, medios especializados señalan que una de las principales causas por las cuales hay tan pocos patrocinadores es la falta de confianza en la nueva reina de belleza. Además de que acusan a la organización de Miss Universo de haber cometido fraude para favorecer a la diseñadora de moda, algo que la organización desmiente.
Aunado a esto, se habla que quienes habían afianzado contratos con el certamen, decidieron abandonar el barco debido a la baja en los valores de la marca, de la cual es dueña la empresa JKN Global Group Company, fundada por Anne. Por lo cual se comenzaron a encender las alarmas al interior del concurso.
Miss Universo necesita facturar
Según los informes, JKN señaló que la razón para revisar nuevamente el tamaño a la baja se debe a que recibió una respuesta negativa después de organizar la competencia de Miss Universo 2022 en Nueva Orleans. Tanto en términos de la cantidad de espectadores en todo el mundo como de la cantidad de socios comerciales contactados. En consecuencia, la organización está actualmente enfocada en generar dinero a toda costa.
Hace un par de semanas atrás, R’Bonney y parte del Top 5 acompañaron a la nueva reina de belleza a un tour por Asia con el fin de poder encontrar y cerrar nuevos contratos de publicidad. Pero trascendió que solo pudieron cerrar tan solo un comercial. En consecuencia, ya se planifican próximas giras y concretar nuevas alianzas.
Otro giro en busca de capital es la reciente decisión de Anne Jakrajutatip, la nueva dueña del certamen, que ordenó a todas las demás franquicias que las licencias para poder enviar a las delegadas iban a ser subastadas al mejor postor. El Miss Universo vende los derechos de ser sede. El país, junto con empresas patrocinadoras, debe correr con una serie de gastos en alojamiento y transporte. Asimismo, alimentación, escenarios, equipos de transmisión, promoción y shows. Todo dependiendo de la magnitud de infraestructura con que cuente.
La Organización Miss Universo firmó reciéntemente un contrato con El Salvador (un poco más de $12 millones) para albergar el Miss Universo 2023. Y ya está en la búsqueda activa del anfitrión para la competencia 2024-2025, con el fin de asegurar esos fondos.