El Premio Nobel de Literatura acaba de ser dado a conocer a la 1:00 de la tarde en punto, hora de Estocolmo.

El comité de los premios Nobel selección este año a la escritora francesa Annie Ernaux. La autora no estaba entre las favoritas de las quinielas aunque aparecía en ellas.

Su obra, que explora la arquitectura del yo, ha sido publicada en español, y busca en temas íntimos del ser humano y en especial de la mujer, desde el aborto, el cáncer de mama, el Alzheimer, entre otros.

Nacida en Lillebonne el 1 de septiembre de 1940. Pasó su infancia y su juventud en Yvetot, en Normandía. Tempranamente, abandonó la ficción por lo autobiográfico, narrando historias de su infancia en la cafetería-tienda de ultramarinos de sus padres en Yvetot.

Suya es la frase: “Ver para escribir es ver de otra manera.”

En su obra testimonial aborda la vida de su madre (Une femme), el ascenso social de sus padres (La placeLa honte), su adolescencia (Ce qu’ils disent ou rien), su matrimonio (La femme gelée), su aborto (El acontecimiento),1​ la enfermedad de Alzheimer(Je ne suis pas sortie de ma nuit) de su madre, su cáncer de mama (L’usage de la photo), en el lenguaje normando y campechano de su vida hasta los 18 años.

Ha recibido numerosos premios. Su obra ha transcurrido a lo largo de unos 23 volúmenes. Su novela más reciente es El Hombre Joven, publicada por Gallimard este mismo año.

Annie Ernaux, de 82 años, reivindica la dimensión política de la intimidad.

Ha escrito también L’ecriture come un cocteau, con Frédéric-Yves Jeannet.

Para otorgarle el premio, el comité de la Academia destacó «el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las restricciones colectivas de la memorial personal”.

Annie Ernaux es la 17ma mujer en ganar el Premio Nobel de Literatura en 121 años del galardón más prestigioso del mundo de las letras. Un desequilibrio que en ocasiones se ha visto degradado por no seleccionar escritoras de indiscutible trascendencia, por otras que sí han hecho aportes imperecederos a las letras, como son los casos de la canadiense Margaret Atwood.

El británico Salman Rushdie, víctima de un ataque reciente, y el francés Michel Houllebecq sonaban como principales candidatos al Premio Nobel de Literatura 2022.

LA OTRA HIJA

A sus diez años, Annie Duchesne, que ese era su apellido paterno, escuchó a su madre contar a una vecina de una hija muerta: la hermana a la que nunca conoció.

La niña había muerto de difteria dos años antes de que Annie naciera.

Annie nunca les preguntó a sus padres por aquella primera hija y ellos jamás le contaron nada.

A través de ese secreto descubrimiento, Annie comprende algunas cosas sobre su crianza, como el exceso de protección o temor a causa de una enfermedad, que le profesaban sus padres.

Al comprender que sus padres no podían permitirse más de un hijo; por tanto, para que Annie naciera era preciso que la hermana muriera. De todo eso escribe en La otra hija.

El libro es un monólogo epistolar (no puede haber diálogo) con esa hermana a la que le dice: “Pero no eres mi hermana. Nunca lo fuiste. No hemos jugado, comido, dormido juntas. Nunca te he tocado, abrazado. No conozco el color de tus ojos. Nunca te he visto. Eres sin cuerpo, sin voz, solo una imagen plana en algunas fotos en blanco y negro. No tengo ningún recuerdo tuyo.”

Y agrega: “Quería guardarte tal y como te recibí a los diez años. Muerta y pura. Un mito.” Para llegar a la conclusión: “Tenías que morir a los seis años para que yo naciera y fuera salvada.” Y finaliza: “Vine al mundo porque moriste y te reemplacé.”

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