El ejercicio de la política en la República Dominicana tiene características muy especiales, ya que en el transcurrir de los años, hemos observado expresidentes que cuando salen del poder, en muchos casos son vilipendiados, desacreditados, y descalificados. Por tales razones, muchos piensan que son como se le denomina en el lenguaje coloquial “muertos políticos”. Sin embargo, en la realidad, ha ocurrido lo contrario.

En este contexto, cuando el expresidente Dr. Joaquín Balaguer Ricardo, sale del poder en el año 1978, nadie pensaba que ocho (8) años más tarde, específicamente en el año 1986, volvería a subir las escalinatas del Palacio Nacional. En ese sentido, caso parecido ocurrió con el expresidente Dr. Leonel Fernández Reyna, quien, al dejar el poder en el año 2012, fue sometido a una campaña de descrédito, principalmente, dentro de su antiguo partido.

En esa misma línea, los ataques recibidos por el Dr. Fernández, se pueden calificar de feroces, llenos de rencor, egoísmo, envidia, maledicencia, entre otros. Pero, por suerte, el tiempo se encarga de poner todo en su lugar. Esto es así, ya que hoy el expresidente Fernández y la Fuerza del Pueblo, han experimentado un crecimiento que ha sorprendido y dejado pasmado a sus acérrimos detractores.

En ese tenor, ante el alto costo de la canasta familiar, la inseguridad, la incapacidad demostrada por el gobierno y el PRM, la población ve en el Dr. Fernández un líder experimentado, con la sabiduría, con propuestas claras y viables para enrumbar el país por senderos de tranquilidad, estabilidad, y comida a precios asequible.

En síntesis, un gran segmento de la población ha reconocido que el gobierno del cambio ha significado un retroceso para el país, con el endeudamiento, las improvisaciones, han demostrado que no estaban preparados para asumir los destinos del país. Todo esto, aunado al convencimiento de gran parte de la población de que Leonel tiene las condiciones de un estadista, ha provocado pánico y terror en el partido de gobierno, y en otros sectores que apostaban a que se había apagado el rugir del león.

En ese tenor, como bien ha expresado el Dr. Fernández, quisieron convertirlo en un muerto político, pero cometieron el grave error de no enterrarlo. Por tales razones, Leonel se ha levantado como el ave fénix, consolidándose como líder de la oposición y con amplias posibilidades de volver a subir las escalinatas del Palacio Nacional en el año 2024.

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