A la vista de todo el mundo, es decir, la comunidad nacional, Haití y los demás países atentos a cuanto ocurre con los inmigrantes de origen haitiano en la República Dominicana, el proceso de captura de datos para la regularización comenzó con buen pie.
El orden en los diferentes centros que han sido abiertos se confirma con el dato de que no se ha producido ningún incidente que empañe la labor de las autoridades del Ministerio de Interior y Policía. Asimismo, el ambiente de libertad y confianza se aprecia sin ningún esfuerzo.
Las autoridades han puesto mucho énfasis en facilitar el proceso, de forma tal que los interesados puedan acceder a la información requerida sin inconvenientes. El brochure preparado por el Ministerio de Interior y Policía titulado “Requisitos para el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros” es una guía bien explícita que facilita la registración.
Además, las autoridades se han asegurado de que el contenido de dicha guía de orientación sea verbalizado por facilitadores, que lo hacen predominantemente en creole, lo que hace mucho más expedita la misión, lo que conviene no sólo a quienes se inscriben, sino también para quienes llevan la organización.
Ya el proceso concita el apoyo y la participación de voluntarios y de algunas oenegés verdaderamente interesadas en trabajar desde una perspectiva constructiva, dejando atrás el discurso estridente que en nada contribuye al empeño del país por resolver la situación de los inmigrantes ilegales.
Satisface que el mundo conozca lo que está ocurriendo. Es lo que en realidad, con la práctica misma, desmiente toda la campaña de desinformación, denuncias y ataques contra la República Dominicana. Todas esas falsedades se están yendo a pique.
¡Qué bueno que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, haya tenido que reconocer los esfuerzos del gobierno dominicano en la persona del presidente Danilo Medina para documentar a los inmigrantes!
Esa misma actitud debe ser asumida por ciertas organizaciones, que pese a estos hechos, persisten en pretender dañar la imagen de la nación dominicana, presentándonos como intolerantes, racistas y negadores de los derechos humanos. ¡Han fracasado!