Por la cultura de que el presidente lo puede todo, hubo júbilo y gente que saltó de alegría por la aclaración de Abinader de que habrá fiestas en Navidad y que se distribuirá comida cocida y cruda gratis, además de mercados de Inespre y bonos. Hubo malpensados y hasta anuncios de ministros de que por austeridad las Navidades serían “secas”.
Pero no, el presidente sabe muy bien que las grandes masas han sido acostumbradas al “dao”, y que hacen coro al popular estribillo de “Navidad pa’l pueblo”. Pero a los que sus recursos les resulten poco y no llegue la dádiva del Gobierno, que de todas maneras no falten en sus casas los buenos augurios, las salutaciones, debido a que son horas propicias para el brindis y los abrazos.