Desde hace más de una década, mi esposa Zinayda y yo estamos inmersos en una campaña en defensa de los matrimonios en nuestra nación y en la misión de enfrentar la gran cantidad de divorcios que a diario se están produciendo.

Hemos realizado una serie de investigaciones en torno a la realidad de los divorcios y hemos llegado a la conclusión de que los mismos se han convertido en una verdadera epidemia, que afecta sensiblemente la estabilidad y permanencia de las familias dominicanas, y el presente y futuro de la sociedad.

Aunque muchos no lo crean, la cifra de divorcios en la República Dominicana crece cada vez más y más, de forma alarmante y preocupante. Como hemos afirmado, los divorcios en la República Dominicana se han convertido en una verdadera epidemia. De acuerdo a cifras ofrecidas por la Junta Central Electoral y la Oficina Nacional de Estadísticas, en el período de siete años comprendido entre el 2013 y el 2019, en nuestro país se realizaron 316 mil matrimonios. En ese mismo período se registraron 140 mil divorcios, para una tasa de divorcio de un 44%, es decir de cada 100 matrimonios, 44 terminaron en divorcio, con un promedio anual de 20 mil divorcios.

Esas cifras son devastadoras. Provocan deseos de ponernos a llorar. Y esas son las cifras oficiales, es decir, las de aquellos matrimonios que pagan para formalizar el divorcio, el cual, según los abogados que los ejecutan, cuesta entre 40 y 70 mil pesos dominicanos. Según los especialistas en el trato de parejas, por cada matrimonio legal, hay por lo menos dos más que se producen sin legalizarse, pero son una realidad en la práctica cotidiana.

Si descodificamos más detalladamente las cifras oficiales de la JCE y la ONE, el promedio de divorcios sería de 20,000 por año; 1,666 por mes; 56 por día; 2.33 por hora y un divorcio cada 25 minutos. Pero si tomamos en consideración los datos de analistas que dicen que por cada divorcio legal y formal se producen dos más no legalizados, las cifras serían las siguientes: 60,000 divorcios por año; 5,000 por mes; 208 por día; 9 cada hora y un divorcio cada 7 minutos. Como vemos, la dolorosa conclusión es que en la República Dominicana se produce un divorcio cada 7 minutos. Esa es una dura realidad que debe ser detenida y transformada.

Los divorcios son una verdadera epidemia que debemos enfrentar con firmeza. Y para eso es necesario saber cuáles son las causas principales que llevan a que se produzca esa gran cantidad de divorcios en nuestra nación. De acuerdo a las investigaciones que hemos realizado en nuestra campaña en defensa de los matrimonios, existen ocho causas principales que llevan a que se produzcan los divorcios. La primera es la violencia intrafamiliar o el maltrato que se produce generalmente del esposo a la esposa, la cual conlleva muchas veces no sólo a un divorcio, sino también muchas veces a la muerte. Por eso, cada año se incrementan también los feminicidios.

La segunda causa de divorcios es la infidelidad de uno de los cónyuges. En tiempos pasados la mayor parte de los actos de infidelidad lo cometían los hombres, pero en los últimos tiempos ya las mujeres han igualado el nivel de infidelidad en el matrimonio. La tercera causa son los problemas económicos, que se dan no solo por falta de recursos, sino también por no saber manejar como pareja el dinero que producen ambos, sea mucho o sea poco. La cuarta causa de divorcios es la rutina en la relación, es decir, cuando uno o los dos cónyuges pierden importancia en la relación y todo le da lo mismo. La quinta causa son los problemas en el área sexual, que tienen que ver con no saber manejar bien ni entenderse claramente en este aspecto, sin temor de hablar de las limitaciones que se puedan presentar en el mismo.

La sexta causa de los divorcios es la falta de transparencia en el matrimonio, es decir, cuando los cónyuges no se tienen confianza y se esconden informaciones o hechos importantes que afectan la estabilidad de la relación. La séptima es la falta de una buena comunicación, esto es cuando no se saben tratar uno a otro, cuanto se viven maltratando de palabra y no saben escuchar ni dialogar ante los problemas que se presentan. Y la octava causa de divorcios es la falta de compromiso, esto es que no hay una firme voluntad de defender el matrimonio, de luchar por mantenerlo, y ante cualquier situación la salida más fácil y más rápida es el divorcio.

Esas son las ocho causas principales que están presentes en la gran cantidad de divorcios que se producen en el país. Puede ser que muchos matrimonios en la actualidad estén amenazados por una o más de estas causas, que estén pasando por situaciones como esas y que si no saben tratarlas, terminen en divorcio. Debemos estar claros en que no existen matrimonios perfectos. En todos los matrimonios hay problemas y muchas situaciones difíciles y complicadas.

En nuestros 35 años de casados, Zinayda y yo hemos aprendido que las claves principales para evitar caer en el divorcio han sido, en primer lugar, colocar a Dios como centro de nuestro matrimonio y de nuestras vidas, en segundo lugar, saber manejar los problemas que se presentan en amor y en armonía, en tercer lugar, buscar orientación profesional cuando ha sido necesario, y en cuarto lugar, aprender a perdonar sin límites.

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