122 periodistas fueron asesinados en 2024: Un año mortal para la prensa, según la FIP
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La libertad de prensa, es decir la posibilidad de que todas las personas publiquen libremente sus ideas sin censura previa, es un derecho humano fundamental consagrado en prácticamente todas las constituciones del mundo.

El Día Mundial de la Libertad de Prensa, establecido por la ONU desde 1993, se celebra el 3 de mayo de cada año, en conmemoración de la Declaración de Windhoek, cuando los representantes de los medios de prensa africanos se reunieron en la capital de Namibia en 1991 para recopilar en un documento los principios de la libertad de prensa.

Una de las celebraciones más importantes de este año será un evento sobre la información como bien común en la era de la inteligencia artificial (IA) que se realizará en Bruselas (Bélgica) el 7 de mayo en el Centro de Bellas Artes de esa ciudad, que explorará el poder transformador de la IA y discutirá el desafío de la confluencia de los recursos tecnológicos en el futuro del periodismo.

La libertad de prensa implica para todas las sociedades un delicado equilibrio entre los intereses de los gobiernos y de los sectores políticos, de las empresas y de los grupos sociales organizados y los intereses de la población, sus necesidades y reivindicaciones históricas.

El ejercicio periodístico en estos tiempos implica muchas veces desafiar a los poderes establecidos, como sucede en algunos lugares donde los conflictos bélicos son de por sí una amenaza para la vida, o en países como México, por citar solo un caso, donde el narcotráfico es un peligro permanente que cada año se cobra la vida de muchos periodistas.

Pero también vivimos una época en que la profesión es bastardeada por la presencia de “bocinas” que se venden al mejor postor, por las redes sociales con informaciones falsas que circulan a velocidades exponenciales, y en muchos casos por la censura y la autocensura en ciertos países, y por la precarización de las condiciones laborales.

El trabajo de los periodistas y comunicadores, de los formadores de opinión, incluye también ser guardianes del idioma, es decir, cuidar que lo que escriben esté correctamente expresado según las reglas gramaticales y normativas.

Toda democracia necesita, para consolidarse, de una prensa independiente, comprometida con la libertad y con la verdad, una responsabilidad que desde elCaribe asumimos cada día para trabajar por los mejores intereses de nuestra amada patria.

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